Esta semana he recibido varios correos de maestros preocupados por la participación de los papás, abuelos y tutores durante las clases a distancia que toman los niños. La pandemia ha obligado a cancelar y cerrar todas las escuelas y forzado a implementar metodologías virtuales y a distancia para continuar con el aprendizaje de los estudiantes. Los chicos pasan horas enfrente de una pantalla recibiendo clases de sus maestros desde preescolar hasta universidad. Entre mayor avanzado el nivel educativo tenga el niño y adolescente podrá aprender en forma autodidacta y con menor supervisión de sus maestros. Sin embargo, niños en preescolar y primaria menor necesitan de un mayor acompañamiento de los padres o tutores para garantizar que las habilidades las adquiera correctamente. Sin embargo, el aprendizaje lo deben realizar los niños y no los adultos. Los maestros comentan que muchos papás o abuelos toman el rol de ser los aprendices de la escuela. Escuchan y ponen atención a los maestros, toman notas en clase, responden las preguntas de los maestros, cuestionan la metodología de la clase y realiza las tareas de los niños. Los adultos intervienen ante las preguntas y no dejan que los niños las respondan en forma independiente o cometan errores.

Hay una anécdota de un maestro americano que después de sus vacaciones de verano llega el primer día de clases con sus alumnos universitarios y les dice: “Este verano pasado me dediqué a enseñarle a hablar a mi perro. Aquí está afuera y si desean les puedo hacer una demostración.” Claro que los estudiantes querían ver a un perro que habla. El maestro lo hizo pasar y se tumba frente del grupo. Pasan 5 minutos y el perro no dice nada. Pasan diez minutos y el perro no habla. A los 15 minutos un alumno levanta la mano y reclama al maestro que su perro no habla. Entonces el maestro dice al grupo: “Le dije que enseñé a hablar a mi perro. No que mi perro hubiera aprendido.” El agente más importante del aprendizaje es el alumno. Los papás, abuelos y tutores son creadores de ambientes que faciliten que los niños adquieran conocimientos y habilidades, respondiendo a las preguntas del maestro o haciendo sus tareas solamente empeorarán el nivel educativo de los hijos. Invito a todos los papás establecer un contexto óptimo en casa para que sus hijos logren aprender y evitar un rezago educativo en esta pandemia. Dejemos que se equivoquen ya que de los errores hay aprendizaje más significativos y permanentes.