Detrás de puertas de dos hojas en las que dice “No abrir” y “Muertos adentro” con pintura negra, un equipo de trabajadores coloca cuidadosamente 12 manos robóticas asquerosas mientras otros pintan cabezas animadas de zombis y construyen una sala de espera de un hospital.

Unos minutos después, las manos mecánicas se cuelan ominosamente por las rajaduras de las puertas. La emblemática imagen es lo primero que verán los visitantes cuando entren a la nueva atracción del parque temático.

“Sabíamos que todos iban a querer tomarse una selfie con esto, dadas las sensibilidades modernas, así que lo movimos a último minuto a lo que sería la fila”, dijo el director creativo de Universal John Murdy.

“Es inusual que un parque temático tenga una atracción basada en una franquicia tan intensa como Walking Dead”, dijo Murdy. “Creo que la diferencia es que Walking Dead trasciende los estrechos confines del terror y es un ícono que ven millones de personas, más allá de fans del terror”.