Los autos son como los hijos, no se deben descuidar y para mantenerlos en óptimas condiciones es necesario llevar una serie de protocolos, sobre todo con el motor, la pieza clave en el funcionamiento. 

Si no se revisa periódicamente puden surgir problemas que serán un auténtico dolor de cabeza. 

Uno de los problemas más comunes es que el motor se desviela, que es cuando las bielas, los brazos del metal que soportan la fuerza que produce el pistón para ser transmitida al cigüeñal, se rompen. 

Que esto suceda tiene varias causas. De acuerdo con It Still Runs, la primera de estas es generada por piezas que llevan largo tiempo sin ser cambiadas. El estrés constante en las partes de metal, combinado con los cambios de temperatura y clima, pueden hacer que se rompan. 

La segunda de éstas es generada por la falta de aceite. El aceite tiene un papel fundamental dentro del funcionamiento del motor, ya que este mantiene refrigeradas y lubricadas las piezas móviles, evitando su desgaste y con esto, que se rompan por la fuerza del movimiento.

Cuando el aceite no es cambiado, los factors físicos y químicos con los que interactúa lo hacen más viscoso y genera que los orificios del motor se obstruyan. 

La tercera de las causas puede ser forzar el motor. Cuando hace que se trabaje a mayor revolución, las piezas se pueden botar, lo que causará el fin de la pieza. 

Hay ocasiones en que, la falta de agua en el motor, hace que se caliente demasiado. Cuando este excede las temperaturas recomendadas, el calor acumulado en las piezas puede generar que las bielas se salgan de su lugar, inhabilitando su funcionamiento. 

Para evitar algún fallo en el desempeño de las bielas, hay que revisar periódicamente con un mecánico el estado de las piezas, cambiar el aceite cada 5 mil kilómetros al menos, tener el tanque de agua siempre en funcionamiento y no forzar el motor.