Para el periodista y escritor mexicano Jorge Zepeda Patterson, que hace dos años se alzó con el Premio Planeta por "Milena o el fémur más bello del mundo", los medios de comunicación también deben entonar el "mea culpa" en el ascenso de Donald Trump a la Casa Blanca, y no sólo por no haber sabido preverlo.

"Nos equivocamos todos, analistas, encuestadores, la propia clase política... Pero la responsabilidad de la prensa es que hemos sido demasiado complacientes con el éxito fácil que nos daba el espectáculo Trump", dijo en entrevista con dpa en Madrid con motivo de la presentación de "Los usurpadores". "Nosotros ayudamos a construir a Trump. Por el morbo, por la ocurrencia, por lo mismo que hace que un meme sea muchísimo más exitoso que un argumento sólido pero aburrido".

En opinión del ex director de "El Universal" y actual director del diario digital "SinEmbargo", el ascenso de Trump se debe a una suma de variables "imposibles de meter en una ecuación aritmética". Desde el punto de vista sociológico, el magnate fue capaz de "dar voz al miedo de muchos que se sentían huérfanos de una representación política, no necesariamente con los argumentos correctos pero sí oprimiendo los botones emocionales necesarios".

Además, desde el punto de vista político, una rival como Hillary Clinton legitimaba su argumentación sobre la necesidad de un cambio, de no regresar a los políticos profesionales, añade. Y a ellas se suman otros factores coyunturales, como la polémica invitación de Peña Nieto, que considera "uno de los capítulos más vergonzantes de la historia política moderna en México".

"Haber recibido a Trump casi como figura presidencial, con esa puesta en escena en la que Trump aparece dirigiendo incluso la rueda de prensa frente a un presidente tímido" y después de que hubiera insultado "de manera tan soez" al país, "no sólo fue un acto de humillación indigno, sino terriblemente timorato", afirma.

Y es que Trump "lo usó como un elemento de campaña y siempre cabrá la pregunta de cuántos votantes indecisos lo vieron por fin con sustancia presidenciable a partir de esa puesta en escena". De hecho, en las horas siguientes la valoración del candidato republicano subió casi dos puntos, añade. "Cuál es la responsabilidad en el resultado final es imposible de saber", pero fue "un enorme error del presidente mexicano haberle dado ese impulso".

Respecto a si las amenazas de Trump hacia México se harán realidad, desde el muro a la expulsión de los inmigrantes mexicanos, Zepeda Patterson sostiene que Trump "es una incógnita". "Ha sido un candidato a contracorriente que ha roto cualquier convicción y lógica política", y como presidente "no tenemos ningún referente para juzgar qué va a hacer", añade.

"Pero con que cumpla una fracción de lo que ha amenazado contra México, el daño es inmenso. Habrá inversión extranjera que no llegará simplemente por el temor a lo que pueda pasar", sostiene. Y es que "la economía está hecha de percepciones", añade apuntando a la caída del peso "aunque Trump no ha movido un dedo". "No necesita cumplir el grueso de sus amenazas para que su triunfo sea una tragedia. Y lo es, sin duda".

Regresa con un "Juego de Tronos" a la mexicana

Dos años después de alzarse con el Premio Planeta por "Milena o el fémur más bello del mundo", el periodista y escritor mexicano Jorge Zepeda Patterson regresa con un nuevo thriller político que tiene muchas resonancias en la situación actual de su país.

En "Los usurpadores" (Destino), que acaba de aterrizar en las librerías españolas, el autor toma como pretexto un sangriento atentado terrorista nada menos que en la Feria del Libro de Guadalajara para ahondar en las brutales consecuencias de la lucha por el poder, sea cual sea su precio.

La novela explora "una posibilidad enmarcada en la realidad, dada cuenta de los jinetes del Apocalipsis que andan sueltos en mi país", dice en entrevista con dpa este reputado analista político, ex director del diario "El Universal" y actual director del periódico digital "SinEmbargo".

Y más ahora, "con el arribo al poder de Donald Trump, que abre tremendas incertidumbres sobre la vecindad y el hecho de que haya tomado a lo mexicano casi como epíteto de satanización. Los tiempos no pintan bien para México", añade apuntando rápidamente que, pese a todo, no es una novela "desesperanzadora". Y es que "por fortuna", añade, "hay esta fuerza inagotable que es las base de resistencia del mexicano de a pie".

En "Los usurpadores", ese ciudadano de a pie está representado por el cuarteto de amigos Los Azules, que ya protagonizaron "Los corruptores" y "Milena". Y es que en México "el recurso tradicional de inventarse un policía, un comisario honesto, incorruptible, es inverosímil", sostiene. Y el Sherlock Holmes más inteligente aparecería muerto en una zanja al tercer día de estar haciendo preguntas incómodas".

Con el ritmo trepidante de sus anteriores novelas, Zepeda Patterson vuelve a adentrarse en las entrañas del poder con una nueva entrega de "noir" político de la que nadie resulta indemne, ni siquiera Los Azules. Las traiciones e intrigas entre bastidores construyen un "Juego de Tronos" a la mexicana enmarcado en un 2017 que se sitúa a las puertas de las futuras elecciones presidenciales en el país.

Y es que a muchos no se les escaparán las similitudes entre el ficticio Alonso Prida y el actual jefe de Estado mexicano, Enrique Peña Nieto. "Era muy deliberado que el lector viese que grosso modo estoy representando el poder formal", apunta. Y la introducción de una especie de "Rafa Nadal mexicano" le permite armar unos monólogos "que son un pretexto para entrar en sesiones de diván de lo que puede estar experimentando en este momento un mandatario en México".

Con todo, Zepeda Patterson destaca que la radiografía del poder que traza es universal, aunque contenga los matices de la sociedad mexicana. Sólo hay que recordar, y lo apunta ya desde la novela, cómo la crisis de rehenes tomados por un comando checheno en un teatro de Moscú en 2002 permitió a un débil Putin "tomar el liderazgo". Y es que la historia contemporánea da buena cuenta de cómo detrás de esos atentados hay "una intención deliberada de secuela política".

Y es que para este veterano periodista, de 64 años, la novela negra política aporta justamente la posibilidad de ahondar en "aspectos cualitativos del ejercicio del poder" que escapan "a las limitaciones de inmediatez y rigor" exigidas por el periodismo. Y, con ello, permite recrearse en las sombras, los pliegues y las zonas opacas.

De hecho, entre los propios Azules hay un paralelismo con su carrera, pues uno de los cuatro amigos es director de un prestigioso diario en papel mientras que la otra acaba de lanzar un exitoso medio digital. Esta subtrama "es casi un divertimento paralelo" que expresa "la enorme coyuntura en la que se encuentra el mundo del periodismo", añade.

"Son dos universos que se necesitan mutualmente", afirma. "El periodismo digital, con todas sus vulnerabilidades -la frivolidad, el impacto distorsionador de las redes sociales- necesita de los códigos que durante tanto tiempo desarrolló el periodismo profesional. Y al mismo tiempo, éste tiene que migrar a estas nuevas realidades. Dónde quedarán los puntos intermedios está por construirse".

¿Supone "Los usurpadores" el cierre de una trilogía? Aunque ahora, como un desafío personal, le interesaba incursionar en un tema nuevo, Zepeda Patterson afirma que "probablemente regesa a ellos", pues son personajes que le resultan "entrañables" y han crecido a lo largo de las tres novelas. De su futuro libro apenas puede adelantar nada. "Pero no será una historia en México", añade.