Los legisladores deben ser técnicos
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Los legisladores deben ser técnicos
Cuando se diseña una estrategia se hace con el propósito de ponerla en práctica y que sirva de base para cumplir con un objetivo específico a fin de que sea el conducto para llevarla al éxito.
Después de sostenerse durante ocho décadas como un partido hegemónico, el Revolucionario Institucional (PRI) se empeña en seguir jugando con un equipo desgastado y disputar lugares para posicionar caras antiguas en puestos de elección popular.
Diga si no, el próximo año 2020 el Congreso del Estado deberá ser llenado con legisladores nuevos, ya que los actuales en un año y dos meses más estarán desocupando sus curules para dar paso a los que se elijan en junio próximo.
Esa maniobra de elegir antiguos contendientes da la impresión de que para el organismo político la democracia es un sistema que sólo se menciona en los discursos, y que no conlleva ningún significado a pesar de la agonía por la que está pasando, pues ahora mismo se ve que no toma en cuenta que las elecciones intermedias en Coahuila son sumamente importantes, pues es el momento en que los acreedores cobren facturas, por lo que deberá pelear con candidatos que realmente estén identificados con el pueblo, y que es necesario que sean elegidos internamente mediante una consulta entre los miembros del partido y no sólo que se haga valer la opinión del que piramidalmente lo instruya.
De la nómina de presuntos han trascendido algunos nombres de los que el PRI pudiera seleccionar para la contienda, aunque si no los escogen para una diputación saben que están inmersos en los juegos políticos como tiradores a cualquier nivel de gobierno pues, según ellos –la soberbia por delante– poseen una capacidad extraordinaria para desempeñar cualquier responsabilidad, ya sea técnica o política, ostentándose como personas superdotadas que dan buenos resultado en el área que les asignen.
Entre esos nombres que se visualizan para el parlamento local se reflejan algunos como por ejemplo: Jorge Ramón Montemayor para Acuña, Esperanza Chapa para Piedras Negras, José Manuel Garza Montemayor para Sabinas, Jorge Abdalá Serna para San Pedro, Ricardo López para Monclova, Guadalupe Murguía para Frontera, Juan Carlos Ayup, Raúl Onofre y Guillermo del Real para Matamoros, para Ramos Arizpe: Edna Dávalos y Lilia Flores Boardman, para Torreón: Eduardo Olmos, Shamir Fernández, Olivia Martínez, para Saltillo se insinúa a Jericó Abramo, Álvaro Moreira, Hilda Flores Escalera, Lidia González y Bárbara Cepeda.
Desde luego que puede haber ajustes que darán lugar a cambios, nada más que si tomamos en cuenta que de los anteriormente mencionados hay algunos que ya han transitado por los caminos oficiales, va a ser difícil estar seguros de sus triunfos a la hora de la elección, pues según el trabajo desarrollado en otros puestos no demostraron resultados con beneficios para los habitantes de sus regiones.
¿Qué perfiles deben tener los que pretendan jugar esas posiciones de donde nace la normatividad que encausa la vida ordenada en todos los ámbitos de la cotidianidad y que preserva el estado de derecho?
Desgraciadamente muchos diputados llegan a la Cámara a aprender, lo cual es fatal, por eso el partido, o en este caso el gobernador como líder moral, deben tomar en cuenta los perfiles de los escogidos, en los que se debe incluir, entre otros, una formación académica basada en el estudio preferentemente del derecho, ya que esto lo hace privilegiar la presencia del orden jurídico y por lo tanto la prevalencia de la justicia.
Denle al órgano legislativo de Coahuila su lugar como hacedor de leyes y como el verdadero contrapeso que le corresponde, no se lo regateen, no lo estructuren como si fuera una dependencia al servicio del ejecutivo.
Por eso es vital que se sepa seleccionar a los candidatos que contendrán por una curul, que realmente sean personas que hayan pasado por las aulas y que posean una integridad a toda prueba, de manera que cuando se presente una iniciativa de ley, decreto o puntos de acuerdo, sean analizados estrictamente con tintes de justicia, a fin de que cuando sean promulgados esos ordenamientos realmente favorezca a la ciudadanía, y que cumpliendo con todo lo anterior al nombre Congreso se le pueda anteponer con decoro y sobre todo con justicia la letra H.
Se lo digo EN SERIO.
@aguirreperalesf