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Los Hospitales fueron creados por miedo... al Juicio Final
Los primeros hospitales tuvieron poco que ver con la Medicina y mucho que ver con la religión y la caridad.
El hospital forma parte importante de nuestras vidas. La mayoría de nosotros nacemos y morimos en un hospital. Y la mayoría también visitamos el hospital para ver a un enfermo o para ser operados en algún momento de nuestras vidas.
Pero ¿cómo surgió la idea de este recinto? ¿De dónde vino el concepto de aislar a los enfermos en lugares alejados del resto de la población?
En realidad el hospital es un invento netamente cristiano, inspirado en la descripción que hace la Biblia del Juicio Final.
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino que he preparado para vosotros desde la fundación del mundo’”.
“’Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recibisteis; estaba desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis”, dice el Libro de Mateo (25: 34-36).
El concepto original
El hospital fue creado como una institución que solía cumplir con todas las ‘tareas misericordiosas’ mencionadas en el Libro de Mateo. Era un lugar que solía alimentar a los hambrientos, hospedar a los extraños y acoger a los enfermos.
Los ricos del medioevo querían asegurarse la vida eterna y por eso crearon los hospitales, un término que viene del latín hospitium y que se traduce como ‘el lugar que brinda hospitalidad a los pobres y extraños’.
Los primeros hospitales medievales hacían justamente eso: acogían a los pobres, que eran cuidados en cuerpo y alma de forma gratuita.
Y, como se dijo, fueron creados por los más ricos, que los financiaban, como un acto de caridad que les garantizaría la vida eterna después de la muerte.
Los primeros recintos
Para finales del medioevo, en el siglo XVI, había miles de hospitales en toda Europa. En algunas ciudades como Roma, Nápoles y Barcelona, eran instituciones gigantes que alojaban a más de dos mil pacientes.
Muchos de esos recintos estaban atestados de indigentes ya que nadie era rechazado (y por eso era común que alojaban dos y tres personas por cama).
Los hospitales más pequeños se dedicaban a una tarea específica, como por ejemplo a los nacimientos, a las personas de la tercera edad o a una enfermedad en particular.
En Europa, toda ciudad tenía al menos un hospital. Y todos ellos eran únicamente para alojar a los más pobres y necesitados.
En Francia los hospitales eran llamados Hôtel-d’-Dieu (Residencia de Dios).
Funciones primordiales
Los hospitales eran atendidos por diversas órdenes religiosas, y las monjas y monjes de esas órdenes trabajaban como enfermeros y se encargaban de mantener el lugar limpio y ordenado. Por eso aún en la actualidad es común ver monjas en los hospitales.
Muchos de los edificios que albergaron los primeros hospitales todavía sobreviven pero se utilizan para otros propósitos.
Dentro de todos los hospitales y las instituciones semejantes había un altar y se celebrara la misa de forma regular. También se confesaba a los enfermos y a los moribundos.
Sólo en los hospitales más grandes había médicos, que recetaban medicamentos y realizaban operaciones.
Las personas con dinero que enfermaban eran cuidadas en su casa por médicos que trabajaban a domicilio.
Pero todo eso empezó a cambiar a comienzos del siglo XX.
El modelo moderno
La mayoría de los edificios que se usaron como hospitales en la Edad Media terminaron utilizándose para otras finalidades a partir del siglo XIX, cuando empezaron a surgir los primeros hospitales modernos, dedicados principalmente a tratar a personas enfermas (y ya no solo a los pobres).
Muchos de los edificios que albergaron a los primeros hospitales en Europa se convirtieron en museos, bibliotecas e incluso en hoteles.
Los nuevos hospitales no solo se dedicaron a curar sino que se convirtieron en centros de enseñanza y aprendizaje de la Medicina. Y siguen siendo lugares que en esencia ofrecen calidez y cuidado a quien lo requiere.
Atenciones primarias
Los hospitales eran atendidos por diversas órdenes religiosas, y las monjas y monjes de esas órdenes eran quienes atendían a los pacientes. Por eso es común que todavía en la actualidad veamos monjas en los hospitales.
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