Los excéntricos encantos de la economía

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Los excéntricos encantos de la economía

Ante el año que se avecina, las acciones que Coahuila necesita

El año 2020 continuará con la misma tendencia que observamos el año pasado en materia económica. Dos factores serán la constante –por lo menos durante el presente año– y con ellos tendrán que lidiar invariablemente los tres órdenes de gobierno: una escasez de recursos públicos derivado de un débil crecimiento en la economía, y por otro lado, una elevada incertidumbre y desconfianza de los empresarios para invertir.

Antes esta coyuntura que prevalecerá en el entorno nacional –y que irremediablemente impactará a las economías estatales, por más bien que estén haciendo las cosas– se hace urgente que las entidades federativas implementen acciones tendientes a mitigar estos dos elementos ya comentados que permearán en el ánimo de los agentes económicos.

En este espacio se ha insistido mucho sobre la necesidad de que Coahuila implemente un Consejo Fiscal, así como una vocería en temas económicos dentro de la Administración Pública Estatal, que se encargue de comunicar a la sociedad de manera más clara y menos politizada, la realidad económica que se vive en la entidad. Ambas acciones abonarían en gran medida a dotar a la sociedad de confianza y certidumbre.

Un Consejo Fiscal en la entidad, conformado por personas técnicamente competentes y apartidistas, brindaría por definición esa dosis de seguridad en el sentido de que la conducción de la política presupuestaria –con los escasos recursos disponibles - se está siguiendo en base a lineamientos y recomendaciones de expertos que dan seguimiento a la implementación del presupuesto estatal.

En el tema de la vocería de temas económicos, el fundamento de contar con esta instancia radica en el peso específico que la economía de Coahuila tiene en la actividad productiva nacional. No son pocos los indicadores en los que la entidad aparece en el Top 5 a nivel nacional, por ejemplo; IED per cápita, informalidad, creación de empleos ante el IMSS, competitividad, entre otros.

No obstante, aparecen por otra parte cifras que presuntamente señalan deficiencias en la economía de la región. Estas aparentes contradicciones se pueden entender cuando son explicadas con claridad a la sociedad, precisando tanto el objeto como el alcance que tiene cada uno de esos indicadores.

Ante el panorama que está por venir, caracterizado por un raquítico crecimiento económico, debilidad en las finanzas públicas nacionales que permeará en menores ingresos estatales y una constante crisis de desconfianza por parte del sector privado, el contar con el Consejo Fiscal y una Vocería en Temas Económicos, ya no deben ser visto como una lista de buenos deseos para el inicio de año, sino como acciones necesarias para blindar en parte los grandes avances y  transformaciones que han hecho de nuestro estado, una entidad próspera y dinámica en las últimas tres décadas.