MIAMI.- Los Dolphins permitirán que hasta 13 mil aficionados —manteniendo el distanciamiento social— asistan a su primer partido de la temporada en casa contra Buffalo el próximo 20 de septiembre, una decisión que ha dividido a líderes políticos y que molestó al entrenador en jefe de los Bills, Sean McDermott.

El mismo plan será seguido para el primer partido de la temporada como local de la Universidad de Miami contra UAB en el estadio de los Dolphins el 10 de septiembre.

El tamaño de la multitud será de alrededor del 20 por ciento de la capacidad del estadio de 65 mil 326 aficionados, con la limitación impuesta debido a la pandemia del coronavirus. Los grupos de espectadores estarán separados por de 6 pies de distancia.

En total, 15 de los 32 equipos de la NFL han descartado la presencia de aficionados para el inicio de la temporada. Los Dolphins son uno de los últimos ocho equipos que esperan tener un número limitado de aficionados y muchos equipos no han anunciado sus planes todavía.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Gimenez, estaban programados para asistir a una conferencia de prensa este lunes en el estadio de los Dolphins para discutir el plan del equipo, el cual aprobaron.

El sur de Florida sigue siendo un foco rojo para el virus y no todas las reacciones al plan de los Dolphins fueron favorables. La representante Donna Shalala, quien fue secretaria de salud y servicios humanos durante la administración de Clinton, expresó su preocupación por la seguridad de los asistentes a los partidos.

“Es muy difícil abrir algo cuando tienes propagación en la comunidad”, declaró Shalala, ex presidenta de la Universidad de Miami. “Todavía tenemos propagación en el sur de Florida. Así que el tipo de precauciones que se deben tomar son extraordinarias y creo que va a ser muy difícil de hacer. No hay duda que es arriesgado”.

McDermott no estuvo contento que algunos equipos de la NFL tendrán aficionados y otros no. Por ahora, los Bills no tienen planeado permitir que haya aficionados en sus partidos en casa.

“Honestamente creo que es ridículo que habrá un campo de juego así, inconsistente en toda la liga con los estadios visitantes”, indicó McDermott.

De acuerdo con el plan de 46 páginas de los Dolphins para multitudes, aficionados y empleados del estadio deberán usar máscaras cuando no estén comiendo o bebiendo. Congregarse afuera del estadio antes de los partidos está prohibido.

Habrá una entrada escalonada y se alentará a los aficionados a ingresar en un horario designado que aparece en los boletos para los partidos. El estadio proporcionará puntos de acceso y salida adicionales para ayudar a evitar los cuellos de botella y se permitirán detectores de metal mejorados para agilizar el ingreso. Los nuevos grifos del baño e inodoros, así como dispensadores de jabón y papel higiénico no requerirán contacto.

Los dueños de boletos para toda la temporada tendrán prioridad para comprar entradas con base en su antigüedad.

“Cuando iniciamos en marzo el proceso de explorar cómo podría ser un estadio con distanciamiento social, hicimos una prioridad la seguridad y salud de todos, sabiendo que, si sentíamos que no podíamos hacerlo seguro, simplemente no tendríamos aficionados”, señaló el vicepresidente y CEO de los Dolphins, Tom Garfinkel, a través de un comunicado.

“Estamos contentos que nuestros funcionarios electos reconozcan la atención al detalle y diligencia que hemos puesto para crear un ambiente seguro y que hayan tomado la decisión de seguir adelante con un estadio con capacidad para 13,000 aficionados en este momento”.