MÉXICO.- El mal que aquejó a los Diablos Rojos del México durante toda la temporada se encrudeció en lo que va de la postemporada: el pitcheo irregular. Éste volvió a presentarse y el domingo le costó a los Pingos una dolorosa derrota 14-4 ante los Leones de Yucatán, que los pone 2-0 abajo en la serie y con serias posibilidades de que su temporada se termine en el Parque Kukulcán, donde se mudará la final del Sur.

Los escarlata fueron un desastre desde el montículo y las decisiones de Víctor “Flamingo” Bojórquez, el mánager del México, tampoco ayudaron para que tuvieran posibilidades de emparejar la serie.

De hecho, fue justo la indecisión de Bojórquez al no relevar al abridor David Reyes en la parte alta de la tercera entrada, lo que marcaría el rumbo del encuentro. Dejarlo en la loma significó que Sebastián Valle le conectará un cuadrangular de tres carreras que pondría la pizarra 6-3 en favor de Leones, cuando el partido estaba empatado a tres rayitas por bando.

Cuando el daño estaba hecho, el piloto de los Diablos puso a trabajar a su bullpen. Nada funcionó y el relevo, incluido Octavio Acosta, toleraron una hemorragia de seis carreras más que hicieron inalcanzable el marcador para los escarlata.

La defensiva del México tampoco jugó bien, al permitir tres errores que también subieron al marcador, mientras que la ofensiva sólo se destapó en la segunda entrada con tres carreras, gracias a una salida del dominicano y líder de carreras limpias permitidas durante la campaña regular, César Valdez.

Los Leones han dejado claro que son un equipo sólido tanto en la loma como con el madero y ahora tienen todo para avanzar, por segunda vez en las últimas tres campañas, a la Serie del Rey, a la que Diablos no gana desde el 2013. El México deberá de mejorar en todos los aspectos si quiere que la serie regrese al estadio Alfredo Harp Helú el siguiente fin de semana.