Los datos de la pandemia

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Los datos de la pandemia

La pandemia ha causado estragos en la economía nacional, de eso no hay la menor duda. Sin embargo, los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan, que a pesar de que muchos sostienen que “lo peor ya pasó”, todavía estará el fantasma de la recesión rondando por largo tiempo en México. A continuación se presenta un breve análisis que sostiene este argumento.

La encuesta Ecovid-IE realizada por el INEGI, en su segunda edición el pasado mes de agosto, estima que el 86.6% de las empresas nacionales (1,873,564) tuvieron alguna afectación derivada de la contingencia sanitaria. En comparación con la primera encuesta llevada a cabo en junio, hubo una reducción de 6.7%. Esto es, pocas empresas dejaron de sentir los efectos de un mercado “extraño” por decir lo menos. El adjetivo se utiliza porque la economía se encuentra en un estado único, algunos sectores trabajan a medias (turismo), otros trabajan normalmente, y otros trabajan a marchas forzadas (alimentos y medicinas). Además, los despidos siguen a la orden del día por lo que el mercado laboral es incapaz de absorber el desempleo generado en los últimos ocho meses.

La afectación más importante que se reporta en la encuesta es la disminución de los ingresos en las empresas, argumento sostenido por el 79.2% de las empresas. Nuevamente, una cifra muy alta, pero esperada dada las condiciones que prevalecen, principalmente debido a los recortes salariales y al alto porcentaje de desempleados (5.1%). Las empresas no están vendiendo ni siquiera a niveles que les permiten subsistir.

Sobresale un dato que se presenta en el documento referido que es el número de empresas que cerraron sus puertas por la contingencia sanitaria. Utilizando la información de hace 17 meses obtenida de los censos económicos donde se establece un universo de 4.9 millones de empresas micro, pequeñas y medianas, sólo sobreviven 3.9 millones (al momento del levantamiento de esta encuesta), esto es, quedan el 79.19%, el 20.81% cerraron sus puertas. Ahora, estos datos no contemplan a las empresas que se encuentran declarando en cero, no han cerrado formalmente pero ya no operan. Esto podría hacer más grande la cifra de empresas perdidas. Sin embargo, no todo es malas noticias ya que se crearon 619 mil 443 nuevas empresas, que es el 12.75% de la población inicial empresarial.

Aunque los datos ya netos, quitando las desaparecidas y aumentando los nuevos negocios, dejan ver un panorama alentador, sigue siendo un número importante para el futuro de la recuperación. Al haber un número menor de empresas, habrá potencialmente menos empleos, menos ingresos fiscales y menos ingresos para las empresas. Es un hecho que la economía nacional se hizo contrajo en estos ocho meses de contingencia sanitaria.

La falta de empleos está ocasionando una caída del ingreso real de los trabajadores. Los salarios están bajando en ciudades del país que tradicionalmente ofrecían salarios competitivos. La desesperación de los trabajadores potenciales los está forzando a aceptar menores sueldos. Sin embargo, esto no es abuso de las empresas, más bien se puede atribuir a la caída de sus ingresos como se mencionó, simplemente no pueden pagar más. Este círculo de efecto negativo se agrava por la falta de participación económica del gobierno por no otorgar incentivos o endeudarse para inyectar dinero al sistema económico. Es aquí donde radica la importancia de pedir prestado pues el cierre de empresas está generando concentración industrial, esto es, monopolios. Su efecto ya se empieza a notar. El no instrumentar políticas públicas para incrementar la masa monetaria de alguna forma, aparte de destruir el empleo reduce la competencia de los mercados y concentra la producción que a su vez incrementa los precios. El costo de no pedir prestado, afectará el potencial de crecimiento para el año siguiente.

La reducción del número de empresas seguirá siendo otro problema importante para la recaudación fiscal. Además de la concentración industrial, las importaciones se volverán un factor relevante para poder complementar la demanda nacional. Habrá un poco de presión sobre el tipo de cambio que se aliviará por la debilidad del dólar más que por la fortaleza del peso. Dado que los ingresos fiscales son un 53% del presupuesto venidero, menos empresas contribuyentes y menos trabajadores, ponen en entredicho la posibilidad de cumplir las metas y los proyectos nacionales por lo que será necesario recortar el presupuesto a mediados de año, aumentar los impuestos de alguna forma o pedir prestado en el exterior. Cualquiera de las tres estrategias anteriores repercutirá al menos un par de años hacia el futuro.

La caída del mercado interno, hasta septiembre del 2020 era del 12%, por lo que será otro de los factores a tomar en cuenta para el crecimiento potencial de México del 2021 en adelante. Mientras no se recuperen los salarios, el mercado interno seguirá en números negativos. La pandemia contrajo el consumo al evitar las compras que no fueran en línea, que es el sector que realmente ha ganado durante este período.  La pandemia le pegó muy duro al consumo, México no estaba preparado para pasar a comprar en línea, aunque en los últimos meses parece que ha habido un cambio importante.

A diferencia de lo que se dice en palacio nacional, la pandemia seguirá afectando la economía nacional al menos en los siguientes dos años, como lo dicen los otros datos.

Profesor de tiempo completo
Facultad de Economía, UAdeC