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Los cronistas de Baja California
El maestro Mario Ortiz Villacorta, cronista de la ciudad de Tijuana, dijo en una sobremesa de manera muy airada que el término Baja, del nombre de la entidad Federativa cuya capital es Mexicali, fue una patraña de los estadounidenses que se adueñaron del nombre California y además no midieron correctamente los límites para fijar la frontera México- Estados Unidos, ya que a México le correspondería más de la mitad de la Bahía de San Francisco; comentario al que el doctor Sergio Vergara, cronista de la ciudad de Tijuana, agregó que eso ya no era tan importante, pues los mexicanos ya estaban adueñados de la ciudad de Los Ángeles.
Mi tío abuelo Eugenio Lozano Lozano, originario de Marín, Nuevo León, fue el fundador de “La Opinión”, primer periódico en español establecido en septiembre de 1926 en esta ciudad para los angelinos procedentes de México, según la investigación que realizó la maestra Elda Feliz González. Así que los mexicanos han ido recuperando desde hace mucho el territorio que les pertenecía antes de los tratados de los que fueron víctimas nuestros ancestros.
Muchas situaciones en esta visita llamaron mi atención, primeramente, la ceremonia formal para constituir la Asociación de Cronistas de Ciudades de Baja California, cuya sede fue la Sala Miguel León Portilla del Centro de las Artes. Acudieron historiadores, funcionarios públicos y promotores de cultura; hicieron presencia los cronistas de Tecate, Ensenada, Mexicali, Rosarito y Tijuana; y además se congregaron representantes del sector privado, entre ellos el notable empresario don Humberto Jaramillo, ejemplo vivo de que en Baja California los buenos mexicanos pueden desarrollarse económicamente potenciando el ambiente peculiar de libertad que se respira en las ciudades de esta entidad federativa.
El 30 de octubre de 2021 concluirá su mandato el gobernador Jaime Bonilla Valdez, quien se hiciera famoso por la ley que impulsó para reformar la Constitución local de su Estado intentando extender su mandato de dos a cinco años, situación que no logró.
En su breve gestión han sido beneficiados los hombres y mujeres que ejercen la crónica, pues se han publicado sus obras y se está analizando una iniciativa de ley para revisar el tema de su figura jurídica. También ha gestionado la creación del tren interurbano aprovechando 71.4 kilómetros de vías férreas entre Tijuana y Tecate, lo que ha sido difícil.
Sería de gran importancia un proyecto similar para aquellos estados en los que hay vías de ferrocarril recuperables para la movilidad sustentable entre las ciudades, favoreciendo con ello la conectividad, disminuyendo el uso de automóviles y con ello también reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
En Coahuila y Nuevo León también existen vías de ferrocarril que pueden ser capitalizadas para promover una mayor calidad de vida en las ciudades metropolitanas.
Otro tema que se puso sobre la mesa lo compartió el doctor Gabriel Rivera, ganador reciente de la Medalla al Mérito Cívico en Tijuana. Rivera quiere gestionar a través de la Asociación de Cronistas de Ciudades de Baja California que haya una escultura en Tijuana, como la que se acaba de develar en Monterrey, en memoria del insigne profesor Miguel F. Martínez, ya que este prócer de la educación es un ícono para los tijuanenses.
Se puede asegurar con toda certeza que hay fuertes vínculos entre las ciudades del noroeste y del noreste de México, vínculos de sangre, pero también de agradecimiento. El mismo maestro Mario Ortiz Villacorta nació en la ciudad de Monterrey, lo que ejemplifica que en las ciudades mexicanas vivimos hombres y mujeres de todas partes.