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Los Chuchos, carroñeros del PRD
Animales que se alimentan de carroña, de despojos en putrefacción, así define el diccionario a los carroñeros que en una tercera acepción se refiere a una persona, idea o cosa ruin y despreciable, exactamente lo que son “los Chuchos”, la tribu que se alimenta de los despojos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y que se hace llamar la “Nueva Izquierda”, como la británica que se desligó del marxismo después de que la URSS de Nikita Kruschev aplastara la rebelión de Hungría en 1956, pero claro, esta “New Left” nada tiene que ver con “los Chuchos”, los carroñeros del PRD.
Es cierto, si la verdad histórica dice que la URSS aplastó a los manifestantes de Hungría, la verdad histórica en México nos dice que el gobierno municipal del PRD en Iguala en contubernio con un cártel del narcotráfico, masacraron y desaparecieron a los estudiantes de Ayotzinapa y que ese gobierno era encabezado por José Luis Abarca, miembro de la tribu de “los Chuchos”, de la carroñera Nueva Izquierda del PRD, partido cuyo presidente nacional era el mismo que hoy preside el actual comité nacional, Jesús Zambrano Grijalva, que debe ser sustraído del pacto de impunidad y sometido a juicio político por la muerte de los estudiantes en la noche sangrienta de Iguala.
El Financiero publicó ampliamente cómo es que el narcotraficante José Luis Abarca se hizo de la candidatura a la presidencia de Iguala: “Le di dos millones de pesos a Jesús Zambrano. Salió miserable, el compa”. Claro, el dizque exguerrillero Zambrano era el presidente nacional del PRD y fue el último político que se entrevistó con los acusados asesinos de los normalistas, la pareja gobernante de Iguala, a los que el mismo Zambrano ayudó a escapar según señalan los propios perredistas ajenos a “los Chuchos”.
Hoy, de nueva cuenta, el carroñero Zambrano es el presidente del PRD, y a diferencia de Carlos Navarrete, quien tuvo la dignidad para renunciar a dicha presidencia, este tipejo dizque guerrillero, que ni siquiera tiene la facilidad de palabra de Navarrete y que apenas hila frases mochas y atropelladas, nos sale con estupideces como la “aberrante desaparición de los fideicomisos”, pero nada dice de la desaparición de los estudiantes, asimismo, critica al gobierno de AMLO, pero no dice nada del peor gobierno estatal calificado en el último lugar de aceptación; el gobierno perredista de Silvano Aureoles en Michoacán y que tras el derrumbe del PRD en las elecciones del 2018, este esperpento que presume un balazo en el hocico, culpó el ascenso de Morena por el hartazgo contra el PRI y el PAN, con los cuales, el Chucho Zambrano hoy anuncia que va en coalición para las elecciones de junio, contradicción que bien merece otro escopetazo en el hocico de este exguerrillero salpicado con la sangre de Iguala.
Y de veras que es atorrante este sujeto al igual que todos “los Chuchos”. Es vergonzante que PRI y PAN hayan accedido a una coalición con el PRD, donde los Chuchos se valen de todo para salvar el registro y las prerrogativas.
Va nuestro reconocimiento al PRI y al PAN de Coahuila que optaron por no coaligarse entre ellos y menos con el decrépito PRD de la entidad. Juntarse con los perredistas hubiera sido coprofilia, que es la fascinación fetichista por la mierda.