Los buenos y los malos
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Los buenos y los malos
La campaña electoral del 2018 se puede decir que tuvo solamente dos corrientes, los que estaban a favor del presidente López Obrador y los que estaban en contra. Desde ese entonces, las conversaciones en familias, vecinos, grupos de trabajo y escuelas han tenido que ver con quién está a favor o en contra de cuál o tal acción emprendida por el Gobierno Federal. En las últimas semanas, el tema ha sido el financiamiento a las organizaciones de la sociedad civil organizada, conocidas como ONG’s o AC’s.
¿Qué es una organización de la sociedad civil organizada? Es un grupo de personas con un interés común o problemática similar, que encuentran una solución viable e innovadora de resolver ese problema y deciden juntarse para llevar a cabo acciones para solucionarlo. El dinero puede provenir de aportaciones de los mismos miembros, donaciones privadas, ya sean individuales o en grupo, empresas, agencias internacionales o gobiernos (municipales, estatales o federales).
La historia de la sociedad civil en México es relativamente nueva, se dice que a partir del sismo de 1985 en la Ciudad de México se empezó a activar el funcionamiento de éstas, debido a la respuesta lenta ante el desastre natural, y se entendió así el poder de los ciudadanos organizados para solucionar sus problemas, siendo coadyuvantes del gobierno.
El camino a la democracia de México ha estado caracterizado por los empujones de la sociedad civil organizada, a través de debates abiertos, investigaciones académicas avaladas por organismos internacionales, hemos podido construir instituciones democráticas que permiten ponerle contrapesos a los gobiernos en turno. No se puede pensar en los cambios de poder de un partido político a otro, de forma pacífica, sin la presencia de las ONG’s.
En este contexto, es bastante preocupante que se descalifique el trabajo de todas las organizaciones de la sociedad civil que durante décadas se han dedicado a hacer mucho con poco. Si bien es cierto, existen algunas constituidas solamente para triangular recursos y pagar favores políticos, esto no quiere decir que todas no hagan su trabajo.
No se trata de etiquetar si las ONG’s son corruptas o no, es como decir que todos los políticos y servidores públicos son corruptos. Existen excelentes servidores públicos que se levantan todos los días para trabajar en ideas nuevas de cómo solucionar los problemas de este País y, en muchos casos, reciben apoyo y asesoría de algún miembro de la sociedad civil organizada. Polarizar la opinión pública sólo nos traerá más conflictos como sociedad al mediano y largo plazo.
Las organizaciones de la sociedad civil hacen mucho más que entregar un producto (despensas, ropa, útiles escolares, transporte) o servicio (asesorías jurídicas, académicas, tratamientos médicos o psicológicos, talleres, etc.) a sus beneficiarios; acompañan un proceso de cambio o duelo a otras personas, son personas ayudando personas, ciudadanos yendo más allá de la queja y actuando para solucionar los problemas de su entorno. Gran parte de las ONG’s trabajan de manera coordinada con los gobiernos, lo que permita potencializar el esfuerzo que realiza. Los problemas de México son muchos y muy complejos, más manos es lo que se necesita. Ciudadanos preocupados y ocupados en el qué hacer público: ciudadanos de tiempo completo.
Señor Presidente: #SiConLasOSC
@garciacecy_