Los aspirantes: 6 Miguel Riquelme Solís

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Los aspirantes: 6 Miguel Riquelme Solís

“El día de mañana saldrán columnas de columnistas huevones que en un café se la pasan escribiendo y que critican la administración y que no aportan ni siquiera un grano de arena para componer nuestro municipio, es a quien le caiga el saco, pero sí, como quiera hay tipos que les prestan la pluma y aprovechan para sacar sus frustraciones”. 

La frase no es precisamente un elogio a la libertad de expresión, más bien es una muestra de intolerancia que resume el ideario político de un amplio sector del priísmo respecto a la prensa libre. ¿Qué pasaría si alguien que piensa de esa manera ocupara el cargo de Gobernador? Seguramente serían malas noticias para los derechos humanos.

El autor de tan brillante frase es un personaje político vigente, con posibilidades de ocupar el máximo cargo ejecutivo en Coahuila, se trata de Miguel Riquelme Solís, alcalde de Torreón. Y esa tan clara exposición de ideas es reciente. No crea usted, estimado lector, que la pronunció cuando era adolescente, fue el año anterior, el 8 de abril de 2014, al cumplirse 100 días de gestión al frente del Cabildo torreonense.

Pero, ¿quién es este servidor público de tan sensible piel y tan insensible tacto político? Bueno, se trata de un soldado priísta lagunero, cuya carrera política hace 10 años era prácticamente nula. Hasta antes de iniciar el sexenio de Humberto Moreira, Riquelme había ocupado solo cargos de segundo nivel, pero para el 2008 ya era Secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado y luego llegó a ser Secretario de Gobierno.

Pero más allá de su currículum, Riquelme logró crecer en el PRI por ser un operador electoral, lo que en los medios de comunicación se conoce como “mapache”, y es reconocido dentro y fuera del PRI como eficiente en ese tipo de tareas.

Hasta hace unas semanas, Riquelme era el aspirante que llevaba mano en la carrera por la candidatura priísta al Gobierno del Estado; sin embargo, a últimas fechas corre fuerte el rumor de que su precandidatura se cayó, o al menos enfrenta una circunstancia mucho más adversa de la que esperaban él y su grupo.

Por lo menos dos meses atrás cobró fuerza el rumor de que se estableció un plazo límite para que la popularidad de Riquelme levantara, para determinar ese hecho se decidió elaborar una encuesta, de tal suerte que el futuro político del aspirante lagunero dependería de ese sondeo.

El reciente activismo político y mediático de Armando Luna Canales dio pie a la especulación que lo ubica como el Plan B para la candidatura. Y es que a últimas fechas, el Diputado Federal priísta está en los medios un día si y otro también, queriendo armar pleito para ganar popularidad. Aunado a lo anterior, fue notoria su pretensión de organizar un evento masivo para presentar su casa de gestoría.

Este escenario supone que la encuesta ya se realizó y el resultado no fue nada bueno para Riquelme, pero si el lagunero no está posicionado, qué podremos decir de Luna Canales.

Hoy, a un año y medio de la elección, la candidatura del Alcalde de Torreón se ve cada vez más lejana, mientras que la famélica caballada de aspirantes priístas languidece.

*El presenta artículo expone mi punto de vista, no la opinión del Gobierno Municipal en el que laboro.

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