Los aspirantes: 5 Jericó Abramo Masso
Usted está aquí
Los aspirantes: 5 Jericó Abramo Masso
La foto era en sí misma un monumento a la criptografía política. Se publicó la semana pasada en el espacio principal de un diario de Torreón, era el arranque de una obra. Al centro estaba el Gobernador a su izquierda Miguel Riquelme y a la derecha, muy cerca de él pero no de manera contigua, el diputado federal Jericó Abramo Masso, todos con banderas en las manos. Parecen muy felices, a excepción del Alcalde de Torreón, quien fue captado con semblante adusto.
En política nada es casual y menos en los hechos previos a la selección del candidato priísta a Gobernador. ¿Por qué estaba Jericó en Torreón dando el banderazo a una obra de Riquelme? ¿Por qué estaba tan cerca del Gobernador? ¿Cuál fue el mensaje que se mandó a la clase política tricolor? ¿Cuál fue el mensaje para Jericó y cuál para Riquelme?
Es seguro que esa mañana en Torreón se lanzó un mensaje a los aspirantes, la clave para descifrarlo está en el destinatario.
La visión más tradicional ubica al Abramo como el destinatario, y en ese caso el mensaje sería claro, al más puro estilo de Fidel Velázquez sería algo así como: “Deja de moverte porque el bueno es Riquelme y el que se mueve no sale en la foto”.
Esto viene al caso si consideramos que el exalcalde de Saltillo y actual Diputado Federal aprovechó su cumpleaños para congregar algunos segmentos de la clase política y hacer ruido. Además, recientemente ha estado muy activo en medios impresos y electrónicos.
Si el destinatario era Riquelme, el mensaje fue diferente. Sería lo que en el argot político se conoce como una acalambrada, algo así como: “Está bien que te muevas, pero todavía no eres candidato, del plato a la boca se cae la sopa, recuerda siempre a quién le debes la candidatura, y mira bien a tu alrededor, porque hay otros quienes podrían ser”. Una advertencia para que respete jerarquías.
En la georreferenciación política a Jericó se le ubica cerca de César Camacho, exdirigente priísta; sin embargo, su carrera política despegó a la sombra de Humberto Moreira en su momento de máximo poder, cuando pocas cosas pasaban en el ámbito oficial que no fueran operadas por el grupo dominante.
Así, Jericó logró ser Regidor, Dirigente Municipal del PRI y posteriormente Alcalde. Cuenta la leyenda que fue precisamente cuando ocupó ese cargo que entró en conflicto con jerarcas políticos de más alto rango que él.
De esas desavenencias, reales o ficticias, nace la creencia de que difícilmente Jericó sería el Plan B para la candidatura del PRI al Gobierno de Coahuila. Si llega a ser candidato es porque rebasó a su adversario en la recta final.
Jericó tiene un factor que juega a favor, si hoy aplican una encuesta es muy probable que sea uno de los aspirantes Xpriístas más conocidos por los coahuilenses, tal vez más que Riquelme.
A una semana del banderazo de obra en Torreón, Jericó sigue haciendo ruido y moviéndose en los medios locales.
En el juego por la candidatura priísta todavía no cae el último out, como dijo Yogi Berra: “Esto no se acaba hasta que se acaba”.
*El presenta artículo expone mi punto de vista, no la opinión del Gobierno Municipal en el que laboro.
columnaacropolis@gmail.com
Twitter: @bebefuerza