Lo que todo padre debe saber acerca del ahogamiento secundario

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Lo que todo padre debe saber acerca del ahogamiento secundario

Foto: Archivo
Es un asesino impredecible del que tenemos que hablar y conocer más. Aquí está lo que necesita saber para prevenirlo.

Aparte de tener un poco de tos, Johnny Jackson de 10 años de edad parecía estar bien. Había estado jugando en la piscina, estaba cerca de su casa en Berkeley, California, y nada fuera de lo normal había sucedido. Después de que termina de jugar, regresó a casa. Su madre, Cassandra Jackson, señaló que parecía cansado, pero se suponía que fue sólo porque había estado jugando mucho, comentó más tarde a 'ABC News'. Ella observó como Johnny fue a su habitación para una siesta, y no se preocupó de nada. Cuando fue más tarde a comprobar cómo estaba, él estaba abatido y tenía espuma en la nariz. Desgraciadamente, murió de camino al hospital.

El forense del condado de Berkeley diagnosticó que el niño tenía una gran cantidad de agua en los pulmones. Eso fue sorprendente, ya que el pequeño Johnny había sido supervisado mientras estuvo en el agua, y había usado dispositivos de flotación en sus brazos. Él no se ahogó en la piscina, sin embargo había muerto esencialmente de ahogamiento, dos horas más tarde.

Johnny había muerto a causa de 'ahogamiento secundario', y, por desgracia, otras cientos de personas sufren el mismo destino, la mayoría de las víctimas son niños pequeños. Debido a que los niños pequeños, por lo general, no saben nadar bien, y no son muy buenos para comunicarse verbalmente, son los que sufren el mayor riesgo de morir de esta manera.

El 'ahogamiento secundario' a veces puede ser difícil de identificar, ya que no se produce hasta después de una mala experiencia con el agua, a veces hasta 24 horas más tarde. El 'ahogamiento secundario' comienza cuando una persona inhala agua a los pulmones. Esto hace que los pequeños alvéolos en los pulmones absorban el agua y se hinchen, lo que significa que los pulmones no pueden procesar el oxígeno. Debido a que el cuerpo está siendo privado de oxígeno, una persona se termina ahogando en esencia. A veces, este proceso de inflamación en los pulmones tarda un poco; sin embargo, puede ocurrir en cualquier momento de 1 a 24 horas después de salir del agua.

Algunas de las señales de advertencia que debe buscar son:

- la fatiga repentina o extrema
- tos
- dificultad para respirar
- dolor de pecho
- vómitos
- confusión
- cambio en el comportamiento, tales como irritabilidad u olvido

A medida que estos síntomas progresan, a la víctima puede aparecerle labios azules por la falta de oxígeno.

Otro signo grave, especialmente entre los niños pequeños, es orinar o defecar en sus pantalones, como que su cuerpo comienza a cerrarse y perder el control.

Afortunadamente, el 'ahogamiento secundario' es relativamente raro, sólo el 1 o 2 por ciento de todos los ahogamientos ocurren así. Pero, incluso una muerte por ahogamiento secundario es demasiado. Aquí hay algunas cosas que usted como padre necesita saber para asegurarse de que su hijo se mantiene a salvo:

1. Observe cuidadosamente

Asegúrese de que sus hijos son siempre supervisados cuando juegan dentro o cerca del agua. Si usted observa como algún socorrista u otro padre no están haciendo un buen trabajo en eso, entonces puede que tenga que ponerse a vigilar por usted mismo. O métase en la piscina y ¡pase un buen rato con ellos! Nunca deje a un niño sólo en una bañera, sin supervisión.

2. Seguimiento

Si sus niños absorben agua en sus pulmones, mantenga una estrecha vigilancia sobre ellos durante varias horas después. Esta es una buena idea, incluso si no ve que hayan tenido algún tipo de experiencia de estar a punto de ahogarse. El 'ahogamiento secundario' es inesperado porque rara vez se ve ahogarse de la forma en que lo hacen en las películas. No hay salpicaduras, o se quedan gritando. El niño, por lo general, se desliza bajo el agua durante unos momentos, y no hay una gran cantidad de perturbaciones por encima de la superficie del agua. Es posible que haya estado en un lado de la piscina todo el tiempo, y ni siquiera se entere que su hijo tuvo una experiencia de ahogamiento instantes antes, y tenga agua en sus pulmones. Así que siga muy al tanto con sus hijos, incluso después de que se hayan secado fuera del agua.

3. No dude en llamar al 911

No dude en llevar a su hijo al hospital. Los expertos no pueden controlar los niveles de oxígeno de su hijo, y determinar el mejor curso de acción preventiva. Si su niño está inconsciente, llame al 911 e inicie las compresiones torácicas. Incluso si hay agua en los pulmones, la reanimación cardiopulmonar ('RCP' en sus siglas en inglés) puede ayudar a mantener la circulación de la sangre, y puede ayudar a que una parte del agua salga hacia fuera.

4. Fórmese o aprenda qué hacer

¡Usted está consiguiendo un gran comienzo al leer este artículo! Conozca la diferencia entre el 'ahogamiento secundario' y 'ahogamiento en seco' (aprenda más sobre ésto aquí). Poner al día sus conocimientos de 'RCP' y comparta sus conocimientos con otros.

5. La prevención es clave

La mejor manera de evitar el ahogamiento secundario es el de prevenir que ocurra en primer lugar. Ponga barandas o barreras en sus piscinas o albercas. Hable con sus hijos, asegúrese de que saben que nunca se supone que deben ir a nadar por su cuenta. Asegúrese de que los niños siempre son supervisados. Enseñe a sus hijos a nadar. Saber nadar no es una garantía total contra el ahogamiento secundario, pero es mucho menos probable que ocurra si los niños tienen algunas habilidades propias. Las clases de natación 'mama-y-bebé' son una gran manera de empezar. 

Incluso hay clases que enseñan cómo los bebés se giren a ponerse de espaldas en el agua y flotar; por si acaso, el bebé pueda caerse y tienen que esperar a ser rescatados. Si sus hijos son mayores, debe ponerlos en clases de natación. Hasta que sean capaces de nadar por su cuenta, los dispositivos de flotación son también una gran opción.