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Lo que opinan los millennials sobre las quejas de trabajar con ellos
Por DARINKA RODRÍGUEZ para Verne
La generación millennial ha tenido que luchar, como muchas otras generaciones, contra los estereotipos que se crean en torno a su comportamiento y desarrollo. Una de las áreas donde más se ha debatido su actitud es el aspecto laboral. No es de sorprenderse cuando este grupo poblacional conformaba el 46% de la fuerza laboral en 2015 y representará el 35% en 2020, según cifras del INEGI y la firma de reclutamiento ManPowerGroup.
Las quejas van desde lo muy formal, hasta la burla. Ya en 2013, el canal de video Official Comedy hacía una parodia sobre los retos de trabajar con los millennials para los de la generación X (nacidos entre finales de los setenta y principios de los ochenta) y los baby boomers (nacidos entre mediados de los cuarenta y mediados de los sesenta). Este mismo video, retomado por la página Conference Management en Facebook, subtitulado y editado con emojis alcanzó 1,4 millones de reproducciones en un día y fue compartida más de 50.000 veces.
“Hay un nuevo tipo de trabajador en la fuerza laboral, les llaman millennials y son terribles”, dice el video. Pero la situación laboral de esta generación no se queda únicamente en los chistes, sino que alcanza connotaciones preocupantes. Según un estudio de una empresa especializada en recursos humanos GINGroup, la convivencia laboral entre generaciones genera varios dilemas que son difíciles de conciliar.
Verne entrevistó a varios millennials inmersos en la vida laboral en México para conocer qué opinaban sobre estos mitos o estereotipos.
Los millennials son inestables y cambian constantemente de lugar de trabajo
Samuel Hernández tiene 19 años y trabaja en una startup. Aunque actualmente se encuentra a gusto en su empleo, no duda en la posibilidad de retirarse cuando encuentre una oferta con un salario más alto. “Si no estás ganando bien o al menos lo suficiente y la carga de trabajo es fuerte, es muy desmotivador; si a eso le agregas malas relaciones laborales no estás cómodo y no te llena como persona, por lo que es mejor renunciar”, dice a Verne vía correo electrónico.
Hernández, de la Ciudad de México, no está solo. Para su generación el cambio no refleja inestabilidad, sino una búsqueda de salario y oportunidades. Según la encuesta de GINGroup, 54% de la población más joven entre los entrevistados está dispuesta a cambiar de trabajo próximamente.
Pero la búsqueda de oportunidades por estabilidad cambia cuando las responsabilidades aumentan, lo que se refleja en los miembros millennials menos jóvenes. Según un análisis de Deloitte, 65% de los millennials prefiere tener un trabajo de tiempo completo en vez de ser freelance, aunque buscan que haya flexibilidad en las jornadas laborales.
Tal es el caso de Ernesto Ruelas, de 29 años, quien se desempeña como coordinador de social media marketing. “Para esta generación se ven más fáciles las cosas, y no quieren quedarse para siempre en un trabajo como otras generaciones y siempre están buscando más experiencias y aprendizaje", dice a Verne vía telefónica. "En mi caso, creo que por la cuestión social en la que vivo -soy casado-, busco más estabilidad”. Ana López, de 28 años, tiene cuatro años como auxiliar contable en un despacho. “Al principio yo también quería vivir más cosas, pero cuando tienes un hijo prefieres tener un empleo por más tiempo, pero sin dejar de crecer”, relata en entrevista telefónica.
Buscan ser reconocidos todo el tiempo y ascendidos de inmediato
Según ManPowerGroup, 85% de los millennials considera que menos de dos años es el tiempo ideal para ser promovido de puesto y 45% cree que el plazo debe ser menor a doce meses. Nancy Rodríguez, de 26 años, cree que sí es importante que se le reconozca en su trabajo diario y ser ascendida en función a sus resultados. “A mis compañeros y a mí nos gustaría que nos reconocieran nuestro trabajo porque sabemos que hacemos un gran esfuerzo para lograr buenos resultados que benefician a la empresa”, dice vía correo electrónico.
Según Alma Gómez, community manager de 24 años, más que reconocimiento busca que sus superiores le digan que está haciendo bien las cosas. “No busco que me premien, pero necesito saber si lo que hago está bien para saber si voy por buen camino”, comenta vía telefónica.
Se creen sabelotodos sólo por saber buscar en Google
Según Deloitte, el uso de la tecnología por parte de la generación hace que el 62% se sienta más productivo. Gabriela Muñoz, gerente de atracción de talento, cree que el uso de las herramientas tecnológicas ha sido malinterpretado. “Quizá seamos arrogantes, pero lo cierto es que estamos acostumbrados a investigar más y buscar en Google. Va por ese lado el comentario de que nos creemos sabelotodos, sólo porque nos gusta más buscar”, dice la joven de 27 años vía telefónica.
Las herramientas, sin embargo, sí dan una ventaja competitiva si son bien usadas, según cuenta Tania Melendez, ejecutiva de cuenta en una agencia de relaciones públicas. “Se trata de ser autodidacta, la ventana que nos dio el Internet fue la inmediatez que otras generaciones nunca tuvieron", comenta la mexicana de 22 años vía correo electrónico. "Antes las personas se creían expertos al sentirse únicos de saber algo que el otro ignoraba, hoy busco un tutorial en YouTube y listo, no me convierto en experto, pero adquiero información de manera más eficiente y mucho más rápida”.
Son egoístas y no se preocupan por un proyecto en equipo
Las crisis económicas a las que se han enfrentado los millennials les impulsa a emprender, razón por la que muchos miembros de la generación X creen que sus colegas y empleados más jóvenes no tienen compromiso por un proyecto o que no tengan planes a futuro.
David Aguayo, de 26 años, cree que en cualquier momento podría cambiar de opinión, pero eso no lo hace menos responsable o comprometido."No es un tema de generación, depende de la circunstancia y educación de cada persona”, dice vía telefónica. Beatriz Portillo, de 23 años cree que el proyecto de la generación va más allá al desarrollo laboral sin tener que depender de una empresa. “Mi sueño es emprender y viajar, pero mientras tanto tengo muy en claro mis responsabilidades”, dice.