Lo más peligroso de la pandemia, a finales de año: Córdova Villalobos

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Lo más peligroso de la pandemia, a finales de año: Córdova Villalobos

También era necesario que el gobierno fomentara el uso irrestricto de cubrebocas y que la gente acudiera a hospitales, asegura el exsecretario de Salud que enfrentó el A-H1N1. Foto: Tomada de Internet
También era necesario que el gobierno fomentara el uso irrestricto de cubrebocas y que la gente acudiera a hospitales, asegura el exsecretario de Salud que enfrentó el A-H1N1

l gobierno federal tiene un tablero con cifras sobre el Covid-19 en México. Los datos, recabados y ordenados por Conacyt, son actualizados cada 24 horas. Hay un rubro denominado “defunciones”. Ahí, hasta ayer jueves se habían contabilizado y confirmado 87 mil 894 muertes a causa del virus SARS-Cov-2.

Pero en realidad la cifra de muertos es mayor. Hay otra pestaña que lo refleja: “Defunciones estimadas (https://datos.covid-19.conacyt.mx/#DOView)”: ahí, ya van 102 mil 775 muertes por coronavirus.

Cien mil muertos después, a causa de la pandemia, y muy lejos ya de aquella cifra de 60 mil fallecimientos, considerada como “catastrófica” en las previsiones iniciales del doctor Hugo López-Gatell, surgen preguntas: ¿se hizo algo mal? ¿Qué cosa fue lo erróneo? ¿Se pudo haber hecho algo de forma distinta para evitar tantos contagios y muertes?

El doctor José Ángel Córdova Villalobos, cirujano general que fue Secretario de Salud durante el gobierno de Felipe Calderón, y que enfrentó el brote pandémico de gripe A H1N1 en 2009, aquel virus cuya manifestación empezó en México y luego se esparció por el mundo, causando más de 18 mil muertes globales, señala que el gobierno federal debió hacer esto:

1.- Pruebas masivas y rastrear contactos. 2.- Promover el uso masivo de cubrebocas. 3.- Fomentar las visitas tempranas a hospitales en lugar de desalentarlas para evitar saturaciones: eso provocó estados graves y muertes de contagiados.

Y, ahora, ¿qué hacer ahora que crecen de nuevo los contagios? El especialista en medicina interna y endoscopía propone:

1.- Un millón de pruebas a la semana, como sucede otros países. 2.- Fomentar -ahora sí- el uso masivo de cubrebocas en todos lados. 3. Que no tiemble la mano para volver a confinar, porque aquí no hay rebrote, es la misma primera ola de contagios, pero lo más peligroso, como en Europa, vendrá en noviembre y diciembre.

Esta es la entrevista con EL UNIVERSAL…

Doctor, ¿qué tres cosas debió haber hecho el gobierno federal que no hizo?

-Tres cosas fundamentales fueron, primero, haber realizado más pruebas desde un principio, para poder encontrar los casos y haberlos aislado, igual que a sus contactos, a fin de evitar la mayor difusión del virus. Esto desde un principio, no hasta después.

En segundo lugar, el uso del cubrebocas desde un principio, también de manera irrestricta para todos, y en todos los ambientes, para tratar de contener esa transmisión.

En tercer lugar, otra política pública, en vez de haber llevado una política de “si se siente mal no deje su casa y nos avisa, y luego venga a ver al médico para que lo revise y vemos qué es lo que requiere”, porque muchos casos no fueron al hospital hasta que ya estaban muy mal, o ya nunca fueron porque murieron en casa…

¿Debieron haber fomentado que la gente sí fuera a los médicos y hospitales en lugar de contenerla para que no se saturaran esos hospitales?

- Por supuesto. Por supuesto…

¿Fue un error no haber prolongado el confinamiento y terminarlo justamente cuando crecían contagios y muertes?

Lo del confinamiento es más discutible, porque evidentemente la mitad de la población en México necesita trabajar, porque sino no subsiste, pero creo que debieron haber sido mucho más específicos en materia de prevención y otra vez volvemos al cubrebocas: si teníamos la presión y la necesidad de empezar a abrir en ciertas áreas prioritarias, por ejemplo como lo empezaron a hacer para la industria, y empezaron a hablar de los protocolos, después ya no supimos si realmente en todos esos lugares se hacían pruebas porque no se hacían pruebas, ¿no? Y eso hizo que continuara la transmisión de manera acelerada. Y otra vez, las gentes que se enfermaban se quedaban ahí en su casa y hasta que ya no podían respirar iban a buscar atención en el hospital, y muchas veces encontraban que no había lugar en el hospital al que iban, o no los recibían. Y en muchos ciudadanos se fue generando un mal concepto de ir al hospital, “porque te van a intubar y te vas a morir”. Decían: “No, pues mejor me quedo aquí en mi casa…”.

Hace una pausa, y remata:

Y vemos estadísticas contundentes donde dicen que realmente la estancia de muchos de los pacientes fue muy corta… porque murieron muy pronto, en los primeros tres a cinco días.

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¿Qué están a tiempo de hacer el gobierno federal y los gobiernos estatales, para evitar más muertes desbordadas y contagios, porque seguramente habrá un rebrote como en Europa?

- Pues otra vez, lo que no se hizo: yo creo que insistir en el incremento de las pruebas, porque nada nos dice el hecho de que los casos positivos sean pocos, cuando el número de pruebas comparado con muchos otros países donde llegan a hacer un millón de pruebas por semana es ínfimo. No sabemos realmente si la transmisión está contenida, o si es que el diagnóstico no es totalmente certero. Si no se tiene la demostración contundente de que son menos casos, porque el porcentaje dentro de las gentes que se hace las pruebas y que sale positivos sigue siendo muy alto, están en alrededor del 40%, no se sabe. Si estuviera en el 10%, entonces sí podríamos decir: “Ahora ya estamos en el descenso o en la estabilización”, y eso no lo hemos llegado a ver.

¿México tiene la capacidad tantas pruebas, un millón de pruebas semanales?

- Bueno, pues para eso se hubiera equipado, para eso habría que haber habilitado más laboratorios, o más equipos en los laboratorios públicos, para hacer más pruebas, o también haber facilitado la realización de pruebas a nivel privado, con un costo moderador para que tampoco fuera una carga importante para los pacientes. Digo, había pruebas de seis o siete mil pesos en algunos lugares que era imposible para la gente humilde, ¿no? Mucha gente también por eso no se hizo la prueba. Y ahora que aparentemente la OPS va a sacar una pruebas rápidas, habría que aprovechar para tratar de rastrear más.

El doctor Córdova Villalobos hace otra pausa y piensa en la posibilidad de un rebrote. Luego sentencia:

Y que no tiemble la mano (al gobierno federal) para volver a confinar a las personas, porque ese rebrote que estamos viendo en Europa, que es verdaderamente muy importante, no es el que está nos viendo aquí: aquí lo que estamos viendo todavía es una “reascenso” del número de casos, porque estamos dentro de la misma ola. Después probablemente llegue a bajar más y probablemente venga lo más peligroso, tres meses después del punto más alto. Es decir, estamos hablando de noviembre-diciembre, cuando tengamos ese verdadero rebrote, como está pasando en Europa.

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Los ciudadanos también mal, ¿no? No todos, pero sí un gran porcentaje de todas las clases sociales no se ha comportado. Ese caso de Mexicali, que van a una boda 300 personas y se contagian 100. Somos corresponsables, diría yo…

- Sí, bueno, por supuesto que a uno no le gusta que le pongan restricciones. Pero otra vez: sabemos que el cubrebocas es el mejor medio para poder prevenir esto, pues ok, ¿quieres hacer una reunión, quieres hacer celebración?, a ver: dónde lo vas a hacer, cuántas gentes van a ir, ¿reúnes realmente todos los requisitos? Tienen que estar todos con cubrebocas excepto en el momento en que estén comiendo, por supuesto…

Pero no lo hacen, doctor, no lo hacen…

- Por eso. Entonces llegan y empiezan a beber y a los tres minutos se lo quitan o llegan sin cubrebocas y eso facilita la transmisión.

He ido a restaurantes para hacer crónicas y pareciera que la gente cree que a llegar al restaurante se vuelve inmune porque se quita los cubrebocas encerrados en un espacio, y claro, se van a contagiar…

- Sí, por supuesto, se necesitaría más espacios abiertos porque está claro que los contagios sea dan más en espacios cerrados con aglomeración de personas y sin cubrebocas. Y ahí sí no hay pierde: cuando llega uno contagiado va a contagiar a un gran número de personas. Para esto sí hay que ser mucho más exigente.

¿Hay algo que usted como médico considere que hizo bien el gobierno federal, que valga la pena reconocerle, o de plano no hizo nada bien?

- Creo que finalmente alcanzaron a rescatar el equipamiento gracias al papel del canciller (Marcelo Ebrard), que ha sido importante, a través de este puente aéreo con China para traer ventiladores y más equipo. Sí creo también que el trabajo del Canciller se ha visto, porque lo ha tomado como una cosa personal, premiado con el hecho de que tenemos la promesa, por lo menos, y esperemos que así sea, de que la vacuna empiece a llegar desde fines de diciembre, principios de enero. La parte más importante va a llegar hasta el segundo trimestre del año. Y esperemos también, con todas las cosas que estamos viendo en Cofepris, que no vaya a ser un obstáculo burocrático para la autorización de las vacunas, y que la organización para la distribución se dé correctamente, de tal manera que no por estas alteraciones burocráticas la vacuna no llegue lo más pronto posible, cuando ya se tenga en el país.

Gracias, doctor, ojalá todo salga bien… el año que viene, porque este ya se fue.

- Sí, el año que viene, esa es nuestra esperanza y seguirnos cuidando de aquí hasta que esté vacunado por lo menos el 70% de las personas. Antes, no se puede liberar todo, es imposible, hay que entenderlo…

Si nos va bien, si nos va bien tendremos un gran fin de año… pero de 2021.

- Exacto. Y este, pues así, confinaditos, en familia, aunque también ya hay un estudio por ahí que ha demostrado que ahí es donde hay más contagios porque la gente cree que en familia nadie te lo va a pegar y resulta que sí. Los jóvenes de la familia andan con sus amigos o amigas y vienen al núcleo familiar y ahí se encargan de distribuir el virus, ¿no?

Sí…