Lo malo y lo peor de la EPOC

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Lo malo y lo peor de la EPOC

Foto: Especial
En el Día Mundial de la EPOC, la farmacéutica Boehringer Ingelheim lanza la campaña de divulgación “Conoce las dos caras de la EPOC“

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica tiene dos caras, la del paciente que logra controlar su patología respiratoria gracias al uso adecuado de su inhalador de medicamentos, normalmente un broncodilatador, y la de aquel enfermo que está en constante riesgo de sufrir una exacerbación, crisis de disnea, tos y ahogo, que le conduce directamente a las Urgencias del hospital más cercano.

En el Día Mundial de la EPOC, la farmacéutica Boehringer Ingelheim lanza la campaña de divulgación “Conoce las dos caras de la EPOC“, que coloca el foco informativo en las diferencias que existen entre un buen y un mal control de la enfermedad por parte de los enfermos que padecen esta patología crónica.

Por un lado, relata un día cualquiera de los pacientes que manejan su tratamiento de manera adecuada, evitando las crisis de ahogamientos o exacerbaciones; y por otro, el de aquellos pacientes que pueden sufrir un ataque de disnea, tos y asfixia en cualquier momento, debido a un cumplimiento insuficiente o incorrecto de la terapia prescrita por su neumólogo.

Esta campaña tiene el doble objetivo de alertar sobre el riesgo de sufrir una exacerbación, a la vez que pone de relieve la importancia de garantizar la calidad de vida de los pacientes con epoc, ya que en la actualidad entre un 60% y un 70% de los pacientes con enfermedades obstructivas pulmonares no usan de forma apropiada los inhaladores, lo que reduce su eficacia y malogra el pronóstico.

¿Y por qué es tan importante usar correctamente el inhalador que introduce el medicamento en las vías respiratorias?… Porque la desgracia de sufrir una exacerbación para los pacientes con epoc supone un riesgo significativo, puesto que cada exacerbación aumenta el riesgo de padecer otra, aún peor, y así sucesivamente hasta un desenlace fatal. El impacto de cada crisis respiratoria va más allá del coste personal y familiar.

   Esta enfermedad pulmonar crónica, silente, progresiva, tratable pero incurable, y que puede dar la cara incluso hasta diez años después de abandonar el hábito tabáquico, afecta ya a 210 millones de personas en todo el mundo.

En España la padece un 10% de la población, sobre todo entre los 40 y 80 años de edad, es decir, cerca de dos millones 200 mil personas; aunque el 75% de los enfermos de epoc no están diagnosticados.

Los estudios económicos muestran que los ingresos hospitalarios por las agudizaciones de la epoc implican entre el 40% y el 70% del gasto médico de esta patología.

La factura total de la epoc para las arcas públicas españolas se aproxima a los 3.500 millones de euros anuales. El principal factor desencadenante de la epoc es el humo del tabaco. En España fuman el 27,6% de los varones y el 18,6% de las mujeres, a pesar de las leyes antitabaco.