‘Lo amo… y lo mantengo’
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‘Lo amo… y lo mantengo’
ESTIMADA ANA:
Lo conocí en un restaurante en el que él tocaba con su grupo musical y como era su único trabajo, no le iba bien económicamente hablando.
Comenzamos a salir y su insistencia en que nos casáramos o al menos viviéramos juntos era tanta, que terminamos casándonos, hace diez años. Yo tengo desde aquel entonces un trabajo muy estable, me pagan bien y he ido ascendiendo con el paso de los años.
Él siempre me prometió que retomaría su carrera universitaria para poder lograr trabajar en alguna empresa y dejar la música como un “hobbie”, pero hasta ahora, no ha sucedido.
Siempre que le reclamo y discutimos por ese tema, tiene el mismo discurso para mí, que pronto lo hará, que dejará de lado la música y no volverá a ser un mantenido, que me merezco todo y que él tiene la obligación de llevar el dinero a la casa y no yo, como ha sido hasta la fecha.
Lo preocupante es que además de todo, se pone en un plan demasiado pesado, grita con tanta facilidad que ya se le hizo costumbre insultarme. El caso es que no cambia, todo sigue igual, sé que lo mal acostumbré al ser yo la encargada de todos los pagos o gastos de la casa y la familia en general.
Estoy enamorada de él, es lógico, lo elegí para que fuera el padre de mis hijos. Puedo asegurar que él también lo está de mí, pero su forma de ser tan vago y esa vida tan caótica me está causando un verdadero estrés.
Luego, no falta el día en que “voltea la tortilla”, como dicen, y me reclama que no lo apoyo y que nunca he apoyado su carrera musical, que es su vida y que lamenta que yo no lo comprenda. Y es que su ingreso es mínimo, solo alcanza para sus gastos personales, el pago de su carro y la gasolina, de todo lo demás, me encargo yo.
Cuando tiene un mejor ingreso, por ejemplo cuando llegan las fiestas y posadas de este mes, en lugar de ayudarme con los regalos de nuestros dos hijos, le deposita todo el dinero a sus papás, que viven en otra ciudad con una de mis cuñadas.
Yo estoy de acuerdo en que los ayude, pero pienso que debería de ser proporcional a lo que él percibe, pues esperamos todo el año estas fechas y al final es como si no hubiera trabajado. Claro que ellos saben que yo trabajo y me pagan bien, pero pienso que abusan de él.
Hay días en que quiero tener la fuerza necesaria para dejarlo y pedirle el divorcio, pero no puedo, soy demasiado independiente emocionalmente de él. Gracias y saludos,
Alicia.
ESTIMADA ALICIA:
Lo suyo fueron, ya te diste cuenta, puras promesas. Promesas alimentadas por esa confianza que le diste desde un principio, al aceptar ser tú la del ingreso, la encargada de mantener una casa y todo lo que implicara.
Y es que ¿a quién le dan pan que llore? Para él las cosas siempre han sido fáciles, se dedica y hace lo que le gusta, sin sacrificar absolutamente nada, se ha comportado como el esposo y padre más egoísta que pueda hacer, ha dejado de pensar en sus hijos y su esposa por pensar solo en su satisfacción propia.
Dices que te ata a él el amor, que te sientes dependiente y que no sabrías que hacer si se separan. ¿Sabes qué? Estás en un absoluto y completo error al pensar de esa manera. Tú misma dices que tienes un buen trabajo y que ganas bien, entonces dime ¿para qué lo quieres a tu lado? La dependencia emocional definitivamente tiene que tratarse con un profesional.
Eso de soportar además gritos e insultos no es algo bueno, al contrario, das pie para que de un momento a otro se le ocurra soltarte un golpe. Piensa un poquito más las cosas, con tu cabeza fría y verás que todo lo verás distinto. Diez años o más soportando la misma situación en verdad que no entiendo cómo es que lo has soportado.
ANA
Todos tenemos problemas. ¿Cuál es el suyo?
Para una respuesta escriba a:
ANA APARTADO 500 o BOULEVARD V. CARRANZA y CHIAPAS, SALTILLO, COAH.
También puede hacerlo vía internet: ana@vanguardia.com.mx