'Lo amo pero está casado'

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'Lo amo pero está casado'

Foto: Especial
Cuando no sabemos somos víctimas, pero al saber y quedarnos, nos hace cómplices. Aquí tienes cinco ideas para superar la mala experiencia.

¿Es igual de culpable una mujer que se vuelve amante sin saber que lo es, a una que lo hace sabiendo? La respuesta por supuesto es ¡no! Quien se encuentra en esta situación sufre una doble traición. Porque no solo termina con el corazón roto, sino que debe lidiar con el hecho de acabar con una reputación dañada.

Es cierto que nuestra primera reacción cuando sabemos de alguien que está en una relación con una persona casada, es irnos "directo a la yugular" y hacerle mil pedazos. Pero también es cierto que existen —como todo en esta vida— atenuantes, como por ejemplo no saber que esa persona era casada.

¿Te ha pasado alguna vez que conoces a un chico, y de solo verlo te imaginas mil finales felices, e incluso esperas con ansias la oportunidad para volver a verlo? Entonces sabrás que muchas veces nos adentramos en el amor sin saber realmente el terreno que estamos pisando.

Empecemos por partes. En el momento en que ya lo sabes, necesitas poner distancia de por medio. Incluso en el caso de que hayas formado una familia, debes pensar en el ejemplo que das a tus hijos. Por su bien, por el tuyo e incluso por el bien de esa otra pareja que ahora sabes que existe, no puedes seguir con ese hombre. Entonces, ¿de dónde sacar valor para dejar de ser la amante? Te invito a considerar los siguientes puntos:

1. Mereces algo mejor

Si fue capaz de engañarte, no merece tu confianza, mucho menos tu amor. Sé tajante en tu decisión y borra todo lo que te una a esa persona. En caso de que hubieran niños de por medio, limita la relación solo a ese aspecto y exige para tu hijo el lugar que le corresponde. No lo condenes al anonimato: tus hijos no son de segunda.

2. Puedes encontrar apoyo en tus seres queridos

Expónles lo que está pasando en tu vida. Es importante que cuentes con su apoyo, y que sepan que eres mejor persona de lo que esa mala decisión dice de ti. Seguramente requerirás un hombro o dos sobre los cuales llorar y la confianza de quienes te conocen y no te juzgan.

3. Dedícate a cuidar de ti 

Como todas las rupturas —y por supuesto, ésta lo es— es necesario que te des la oportunidad de vivir el luto. Debes perdonarte por haber creído en quien no supo valorarte y luego hacer planes para seguir con tu vida.

4. No creas en sus palabras

Incluso si te prometiera dejar a su esposa para iniciar una vida junto a ti, pregúntate si vale la pena darle una oportunidad a quién no supo jugar limpio. ¿Puedes creer en alguien que inició una relación sobre el cimiento de mentiras, y que continuó en la relación sobra esas mentiras continuadas? ¿Estás dispuesta a cargar con el estigma? ¿Cómo sabes que no volverá a hacer lo mismo en el futuro?

5. Piensa en la otra mujer

Dejar a quien amamos es siempre un paso difícil. Sobre todo porque el amor nos juega sucio al hacernos recordar a los momentos felices. Date fuerza incluyendo en tus pensamientos a su esposa y quizás hijos. De esa manera romperás con la figura del hombre encantador.

No se trata de justificar, solo de ser justos. No es lo mismo hacer las cosas con desconocimiento que con alevosía. Pero una vez que sabemos en qué nos hemos metido, es nuestra responsabilidad salir de ahí. Porque cuando no sabemos somos víctimas, pero el saber y quedarnos, nos hace cómplices.