CANCÚN, QR.- Lo primero para Carlos Joaquín González, después de derrocar al PRI en Quintana Roo y convertirse en gobernador electo de un estado que gracias a la participación ciudadana se inserta en la alternancia, será auditar 12 años de gobierno para llevar “a la guillotina” no sólo al actual mandatario Roberto Borge, sino a su antecesor Félix González Canto.

Las auditorias abarcarán la revisión ocular de las obras que amparan el gasto de 22 mil millones de pesos, correspondientes a la deuda pública. Incluirán el rastreo de propiedades y cuentas, incluso en el extranjero, ante la presunción de que Félix y Borge compraron bienes en destinos como Dubai.

–La “guillotina” va a alcanzar también a Félix o sólo a Borge?
“El problema empezó durante el gobierno de Félix González. Habrá que revisar también ese proceso. La auditoria es por los últimos 12 años”.

–¿Los va a meter a la cárcel?
“O no… un gobernador tiene el Poder Ejecutivo. Quien debe decidir eso es el Poder Judicial. La labor que yo quiero hacer es generar la transparencia que los quintanarroenses solicitan.

Para eso, revisemos; hagamos la auditoria y dejemos que sea la Ley la que decida.

–Eso se oye más mesurado que en campaña
“Tope hasta donde tope y caiga quien caiga… eso lo mantengo”.

El contador público, hijo del empresario cozumeleño Nassim Joaquín; medio hermano del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; ex alcalde de Solidaridad, ex secretario estatal de Turismo, ex diputado federal, ex militante del PRI y hoy, virtual gobernador de la llamada potencia turística de México: Quintana Roo.

Desde el primer día que asuma el cargo —dice— habrá acciones: “Ocupa el tema de seguridad, ocupa el tema de generación de empleo, ocupa el tema de darle diversificación económica a Quintana Roo, a través del sur; impulsar rápido el crecimiento de Chetumal y sus alrededores para poder darle fuerza al crecimiento económico.

Haber derrotado al PRI, que se enquistó más de 40 años en la entidad, le produce gran orgullo. “Muy pocos creían que fuera posible”.

El triunfo le “sabe bien”, después de una campaña “complicada, con una guerra muy dura”.

En esa batalla no hubo miedo, pero sí dudas a vencer. “Miedo, no tuve. Tuve que tomar decisiones importantes, pero creo que el miedo no entró en esa situación”.

–Entre esas decisiones, ¿cuál fue la fundamental?
“La salida del PRI (…) Salir me dio la posibilidad de poder llevar adelante mis pensamientos, mi forma de ser; de ir en contra de un gobierno que, evidentemente no va conmigo, que no coincido con él; autoritario, con control total sobre medios, sobre opiniones, sobre criterios; con una forma totalmente obscura, opaca de mover los recursos”.

Entre los momentos más complicados, destaca su salida de Turismo y su renuncia al PRI, en menos de 30 días.

–¿Cómo queda usted con el PRI? El divorcio ¿es real?
“Totalmente real. Decidí salir del PRI y esa decisión es firme y así lo he expresado”.

–¿Se equivocó el PRI al excluirlo? ¿Se equivocó Borge?
“Pues yo creo que sí”.

–¿Quién? ¿El PRI, Borge o ambos?
“Ambos. Uno por proponerlo; otro, por aceptarlo”.

–Todo lo que se dijo en la guerra sucia, ¿va a quedar atrás? ¿Se emprenderá operación cicatriz, habrá olvido o guillotina?
“Mira, lo que se dijo en la guerra sucia, que no tiene ningún fundamento, por ahí puede quedar. No creo que ni valga la pena, aunque aún siguen haciendo guerra sucia”.

–¿Con qué margen de libertad llega frente al Congreso?
“Espero que no sea un impedimento. Todo va a depender del profesionalismo, talento y honor de los diputados”.

–Ofreció auditar la deuda pública...
“Apenas tengamos acceso a ello. Mira, es necesario revisar los contratos del endeudamiento, en dónde están contratados, a qué precio, a qué costo; hay que revisar”.

–¿En campaña notó que se invirtió el dinero en servicios e infraestructura o no hay correspondencia?
“No, no, no. Es lo que yo he dicho ¿dónde están? ¡quiero saber en dónde están esas obras! 22 mil millones de pesos es mucho dinero; es una cantidad muy importante de dinero y, sin embargo, encontramos grandes carencias”.

–También dijo que buscarán propiedades y cuentas en Dubai, en Nueva York...
“Lo hemos oído. Es un clamor popular que hay empresas que las han comprado los gobernadores, que si tienen departamentos en tal o cual lugar, que han construido, comprado, que si han hecho negocios… lo dice la gente”.

–¿Quiénes?
“Los dos últimos gobernadores, Félix González y Roberto Borge y que se han comprado propiedades en otros lugares del mundo. ¿Es cierto? No lo sé, es difícil eso de probar, pero hay que revisar”.

–Mauricio Góngora, ¿cómo queda con él?
“A él le toca perder, y yo, primero, reconozco que haya reconocido la derrota, me parece muy adecuado, porque Quintana Roo merece ser quien decide la situación. Tiene mi respeto y deseo que le vaya bien”.

Fraternal
–¿Ya se comunicó con su medio hermano, Pedro Joaquín? ¿Lo felicitó? ¿Qué le dijo?
“Nada más que ‘felicidades’, que habíamos hecho un buen trabajo”.

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