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Llevan a los repatriados a su último viaje a casa
CDMX.- En Funerales García, Guillermo Valverde aprendió a convivir con la muerte. Su labor es llevar los cadáveres de los migrantes repatriados desde Estados Unidos a su lugar de origen en México.
“A veces no tenemos horario. El cuerpo debe entregarse sin importar el clima, la hora o los obstáculos en el camino. Ese es nuestro trabajo y la familia espera a su ser querido de regreso”, cuenta Valverde.
De 2010 a 2016 se tiene el registro de 33 mil 328 mexicanos que cruzaron la frontera de regreso a México en un féretro.
Guillermo recuerda la primera vez que llevó el cuerpo de un migrante a casa. Ese día llovía mucho. El destino era Cintalapa, Chiapas.
“Fui por el cuerpo al aeropuerto de la Ciudad de México. Me lo entregaron a las cuatro de la tarde y comencé el trayecto. Toda la noche llovió y se me ponchó una llanta. Me pasó de todo”, relata.
A las cinco de la mañana, Guillermo llegó en su camioneta a la casa delrepatriado. Descendió, soltó el gancho que sostiene los féretros y dejó el cuerpo con su familia. En 30 minutos a iba de regreso a la capital, “cada viaje es una aventura”.
EL REGRESO A CASA
“México lindo y querido… si muero lejos de ti… que digan que estoy dormido… y que me traigan aquí”. Esta canción se ha convertido en un símbolo de unión para las más de 4 mil familias que cada año buscan traer de vuelta a su difunto.
Y es que en Estados Unidos no hay panteones como los conocemos. “Los muertos son incinerados, por lo que estas manifestaciones culturales generan que los migrantes de edad busquen regresar a su lugar de origen”, explica la doctora Paola Suárez de la UNAM.
Todo mexicano que muere en Estados Unidos tiene el derecho de regresar a su país, más allá de su situación migratoria, a menos que exista algún tema legal, explica la SRE.
Cuando sus familiares no tienen dinero, entra en juego la partida presupuestaria “Repatriación de cadáveres”. De 2012 a junio de 2016, la SRE erogó cada año, en promedio, 4 millones de dólares para traer de regreso los restos de 14 mil 600 mexicanos, según datos de la secretaría.
“Existen casos como el del tiroteo de Orlando en el que murieron cuatro mexicanos. El gobierno estadounidense se hizo cargo de los gastos, pero el consulado firmó los documentos necesarios para la entrada de los cuerpos”, explica la SRE.
Ser sepultado en el norte es más caro que regresar a sus orígenes. Un entierro en un panteón de Los Ángeles cuesta seis mil dólares. Volver a México, el trámite de repatriación, preparación del cuerpo y el ataúd sale en de 2 mil 500 dólares.
Ahí es donde entra Funerales García. Las funerarias con las que tienen convenio en Estados Unidos los llaman y notifican del trayecto y tiempos que seguirá el cuerpo para que lo reciban en el aeropuerto de la capital y de ahí sea trasladado con sus familiares.
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