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Si usted tiene pensado instalar una franquicia, debe tomar en cuenta que existen gastos diversos que tendrá que afrontar. Muchas empresas se obstinan en esconder los gastos relacionados, en ocasiones porque no tienen el dato preciso, y otras veces tan sólo para no hacer ruido al proceso de venta. Los gastos involucrados son los siguientes:
Canon de franquicia. Esta es la cantidad que Usted tiene que pagar por lo que llamamos el “know how” de la franquicia. Aquí lo que paga en palabras sencillas es la experiencia. También otras personas le pueden incluir dentro de este rubro los gastos de contratación, viáticos, etc. Lo que es real es que el gasto del canon de franquicia es tan sólo el primero y el más visible de los gastos.
El 2° gasto es el local en donde se va a colocar el establecimiento, aquí el gasto que consideramos es el del arrendamiento, junto con sus correspondientes depósitos.
El tercer gasto corresponde a la habilitación del local; es decir, los gastos en los que tenemos que incurrir para transformar el local de acuerdo con las características que nos solicitó el franquiciante. En este rubro entran los gastos de paredes, piso, anuncios, imagen, iluminación, crear o tirar paredes, habilitar baños, crear —en su caso— las instalaciones para la cocina, etc. Es decir; todo aquello que son cuestiones sólidas y de imagen del local. El costo de la adaptación del establecimiento es directamente proporcional al tamaño que tendrá; mientras más grande más caro.
El 4° gasto se refiere al equipamiento del local. En este rubro debemos incluir lo correspondiente a sillas, mesas, televisores, equipos de sonido, etc. Como es obvio, mientras más grande es el local, más grande será la cantidad de dinero que se tiene que invertir en equipamiento. Si usted renta un local en un área de “fast food” en una plaza comercial, obviamente ya no tiene que invertir en sillas y mesas porque ya están instaladas, pero tenga en cuenta que, en el costo de la renta, la plaza le cobrará una cantidad equivalente a como si las estuviera comprando.
Un peligro muy común es que las franquicias tienen su frase muy estilizada que es “franquicia llave en mano”. En términos cristianos, lo que quiere decir es que usted no realizará ninguna obra ni se preocupará por nada, simplemente el franquiciante se encargará de todo y al final le entregarán una llave de su local ya transformado y listo para operar. Esto es una manera muy cómoda de trabajar, pero definitivamente es la más cara, ya que hay ocasiones en que la franquicia, desde su ciudad de origen, envía albañiles, pintores, plomeros, carpinteros, etc., personal al que se le tiene que pagar transporte, hospedaje y alimentos; esos gastos son altos y generalmente no son especializados, por lo cual, se puede conseguir el mismo servicio en la plaza.
Finalmente quiero comentar que hay un espejismo en los locales que son una isla en los centros comerciales, este tipo de locales son muy caros y el costo de la renta es mayor que el de un local hecho y derecho.