Con la presentación del Santo Cristo de la Capilla, la Iglesia tiene la intención de preparar el corazón de los feligreses para que retiren la soberbia y la sumisión.

“Volvamos a ser nosotros hijos de Dios, construir el mundo de iguales y esto es lo que nos va a proponer el novenario, la fraternidad, para crear todos un grupo de hermanos y hermanas, pues Jesús después de romper con el pecado resucita y a través de su resurrección gloriosa se va y se sienta a la derecha del padre y desde ahí nos envía el perdón de nuestros pecados a través de todo lo que el creó aquí en su Iglesia para que ayudemos al mundo con el verdadero sentido de la vida”, dijo el obispo Raúl Vera durante su mensaje.

Exhortó, asimismo, a los feligreses a reconocerse y apoyarse como hermanos, dejando de lado la soberbia.

“Mientras sigamos pensando así: soy más que esos gays y esas lesbianas, porque yo no soy. Soy más porque soy una persona normal. Yo soy más porque no soy borracho como él, soy más por que no soy drogadicto como él. Hermanos y hermanas, muchas personas dicen: yo soy varón y soy más que tú, mujer y me obedeces, eso es lo que se ha aprendido a hacer en la miseria, pero ojalá hermanos que al salir de aquí entendamos que tenemos que construir un mundo de hermanos y hermanos, donde nadie sea menos”, propuso Vera López.

DESCENSO DE LA IMAGEN

Entre aplausos durante el descenso lentamente del Santo Cristo de la Capilla, los feligreses repetían: “Santo Cristo, alberga nuestra fe”; “Santo Cristo, enciende nuestra fe”; “Santo Cristo, libéranos del mal”.

Desde las 11:00 y hasta las 17:00 horas permaneció la imagen venerada en la Capilla, para finalmente ser trasladada a la Catedral.