TOKIO, JPN.- El papa Francisco llegó ayer a Japón para su visita de tres días y en su primer contacto con los obispos del país afirmó que se hará eco del “llamamiento profético al desarme nuclear” y mostrará su cercanía a las víctimas del triple desastre de Fukusima.

El Papa instó a los países a acabar con “el clima de miedo”, impuesto por sus “doctrinas nucleares” en su llamamiento realizado en el parque de la Paz de Nagasaki, donde el 9 de agostó de 1945 cayó una de las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos.

En una sencilla ceremonia deslucida por la fuerte lluvia, ante no más de 200 personas, Francisco recordó “el indescriptible horror sufrido” por las víctimas y familias de aquella bomba.

Fueron cerca 135 mil personas las que fallecieron por la explosión y después por las radiaciones y mas de un tercio de la ciudad fue completamente arrasada.

Denunció que en nuestro mundo vive “en la perversa dicotomía de querer defender y garantizar la estabilidad y la paz en base a una falsa seguridad sustentada por una mentalidad de miedo y desconfianza, que termina por envenenar las relaciones entre pueblos e impedir todo posible diálogo”.