Libros y más libros

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Libros y más libros

La publicación de libros de historia local y regional se ha incrementado de manera exponencial. 

Recuerdo que los que editaba la Universidad o la Normal eran tan ocasionales que no despertaban siquiera un asomo de interés, si exceptuamos el elogio de sus editores, la mayoría de las veces colegas de partido, institución o grupo social. Eran tan pocos que ni en los diarios se les daba un lugar; tampoco se acostumbraba presentarlos al público.

Se publicaron muchos libros para que el Ejecutivo los regalara y, evidentemente, se los dispensaba a sus amigos (otros políticos) que nunca los leían pero que los colocaban en las mesas de la sala para que los conocieran y acariciaran las visitas. Libros caros, elegantes, agradables a la vista pero nunca leídos. Libros que pocas personas pudieron disfrutar porque no circulaban.

El Gobierno del Estado (éste y anteriores) hizo imprimir libros muy buenos pero que no alcanzaban a su lector. La razón es muy simple: no se vendían. Y la consecuencia lógica es evidente: nada más los disfrutaban los cercanos al poder. Yo buscaba afanosamente algunos títulos y tardaba pero los encontraba con Rufino Rodríguez en su librería de viejo. Unos maltrataditos, otros a los que ni siquiera les quitaron el plástico protector. No culpo a nadie. Lo comenté con el profesor Arturo Berrueto, que tuvo ediciones muy buenas, pero me decía que no había manera de venderlos, por cuestiones que no interesan aquí.

Publicar es una secuencia de escribir y ambas tareas se encadenan con el acto de leer. Si lo vemos sin malicia debemos reconocer que el trabajo editorial ha crecido. 

Por la falta de espacio sólo mencionaré algunos títulos recién salidos del horno.

Este jueves se presentó en el Archivo Municipal el “Censo de la villa de Saltillo de 1777”, de Martha Durón, Elsa de Valle y María del Rosario Villarreal que fue, hasta el siglo 20, el más completo que se realizara en esta población.

Una edición bien lograda, con mucha información además de la que otorga el censo mismo. Apareció hace unos días una magnífica obra de Juan José Rodríguez, monclovense, sobre “La Compañía de Jesús en la Provincia de Sinaloa”, que presenta una nueva visión crítica sobre los misioneros jesuitas por medio de la riquísima documentación que dejaron ellos mismos, mucha de la cual se encuentra en Roma. El autor desmitifica a la Compañía del halo de santidad en que la historiografía la colocó por décadas.

Un libro del afamado médico regiomontano “Gonzalitos”, escrito en el siglo 19, fue dejado de lado por nuestros vecinos de Monterrey que editaron todos sus manuscritos menos el que hablaba de Coahuila. 

Ahora lo tenemos: de José Eleuterio González, “Apuntes para la historia de Coahuila” que se debe al rescate y paleografía del historiador Edgar Iván Espinosa, con muchas notas y citas. Uno más es de Samuel Temkin, “Gaspar Castaño de Sosa”, que fue un portugués del que muy poco se había escrito, a no ser una monografía de Álvaro Canales. Temkin revisó archivos europeos y americanos. Una biografía documentada e interesante del hombre que tuvo un papel de importancia en Saltillo, luego en Monterrey (fundador y alcalde), posteriormente en Monclova y Nuevo México. Su vida terminó en desgracia: sus enemigos lo enviaron preso a Filipinas donde murió asesinado por marineros chinos. En el apéndice encontramos las memorias de Castaño, que se guardan en Nueva York.

Termino con un libro sobre “Sistemas hidráulicos del sureste de Coahuila” muy interesante e importante porque aporta una investigación sobre el manejo del agua en Parras, Patos, Saltillo y Ramos que nos hace comprender las técnicas de nuestros antepasados. Sus autores Herbert Eling, Samira Hernández y Cristina Martínez llaman la atención sobre el menosprecio en que se tienen los vestigios de los sistemas coloniales de estos municipios.

Creo que la Universidad Autónoma de Coahuila, el Centro Cultural Vito Alessio Robles, la Secretaría de Cultura y el Municipio de Saltillo han realizado un enorme esfuerzo editorial. Se presentarán en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara no menos de 100 títulos coahuilenses (43 de la Escuela de Ciencias Sociales).