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Libremos educación de ocurrencias; “no es una apuesta particular”: SEP
La Reforma Educativa y el nuevo modelo de enseñanza deben tener continuidad y estar libres de ocurrencias y sellos políticos de quienes vengan cuando este gobierno termine, señaló el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer.
En entrevista con Excélsior, no sólo reconoció que los primeros pasos dados para mejorar la educación del país están en riesgo con la llegada a la Presidencia de un político que no cree en la reforma, sino que también son un peligro quienes “tengan ocurrencias y con tal de tener visibilidad política echen a perder algo tan importante”.
Nuño Mayer dijo que se necesita “darle una secuencia a la Reforma Educativa y que se vuelva algo de todos los mexicanos y no de un partido político”, y señaló a los gobernadores como “grandes aliados” para mantener el ritmo de los cambios hechos más allá del sexenio de Enrique
Peña Nieto.
“Se busca una política de Estado, que implica que no cambia en sus variables centrales, independientemente de quien gobierne”, agregó.
“Reto: superar ocurrencias”
El anhelo de imponer sellos personales a la política pública pone en riesgo a la Reforma Educativa, la cual debe tener continuidad, asegura Aurelio Nuño.
Las ocurrencias políticas y el afán de poner un sello personal en la política pública constituyen riesgos para el futuro de la Reforma Educativa y el nuevo modelo educativo, pues a pesar de los esfuerzos todavía no logramos entender que la educación debe ser una política de Estado, transexenal, “que se vuelva algo de todos los mexicanos” y se le quite el color de un partido político, alerta Aurelio Nuño.
Y ante la imposibilidad de proteger a la política educativa nacional de las ocurrencias políticas, Aurelio Nuño observa en los gobernadores unos aliados que pueden impulsar que la Reforma Educativa se mantenga con su mismo ritmo de atención e impulso después del sexenio de Enrique Peña Nieto, pues 23 de los 32 mandatarios estatales que han trabajado la reforma y el nuevo modelo educativo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) se mantendrán en su posición, en el tránsito sexenal federal.
En entrevista con Excélsior, Aurelio Nuño reitera su preocupación de que el triunfo de un político que no cree en la Reforma Educativa pueda llevar a un retroceso al país, lo que tendría consecuencias graves para el futuro de la nación, pero también acepta que existen políticos que pueden estar convencidos de la Reforma Educativa, pero no estar exentos de querer poner su sello personal y cambiar aspectos fundamentales, con tal de no dar crédito a un gobierno que ya terminó.
“El riesgo, efectivamente, no es sólo que llegue alguien que no está de acuerdo con ello, sino que tenga ocurrencias y, con tal de tener visibilidad política, eche a perder algo tan importante.
“Lo importante es darle una secuencia a la Reforma Educativa y que se vuelva algo de todos los mexicanos y no de un partido político. Creo que eso también es importante. Ése es el gran paso de pasar de políticas de gobierno a políticas de Estado”, plantea el secretario de Educación Pública.
Aurelio Nuño recuerda que naciones como Finlandia, Corea del Sur y Vietnam apostaron por un modelo educativo diferente y, después de un trabajo constante, sin cambios, lograron tener una educación que sostiene su crecimiento económico.
En México ya se dieron los pasos para tener una Reforma Educativa que tiene un respaldo en la Constitución y en las leyes, que tiene cambios administrativos sin los cuales era muy difícil avanzar en la calidad, subraya.
“Hubo resistencias, porque es una reforma que pega directamente en intereses creados dentro del sistema educativo, como acabar con la venta y herencia de plazas. Ahora estamos sacando un nuevo modelo educativo, que fue construido con amplio consenso”; sin embargo, todavía no hay garantías, seguridades de que el esfuerzo tenga continuidad, a pesar de que se ha demostrado lo importante de que el sistema educativo no se construya cada sexenio.
—¿Cree que la clase política mexicana está lista para entender que la educación no es una apuesta personal, sino que es una puesta nacional?
—Yo espero. Ésa es nuestra apuesta, porque efectivamente lo que dices es otro riesgo. No necesariamente que haya alguien que esté totalmente en contra del nuevo modelo y de la reforma, pero que esa ansia personal por poner un propio sello lo lleve a ocurrencias.
“Creo que el gran valor de la Reforma Educativa y de este nuevo modelo —que además pasó por mesas de diálogo y tuvimos 15 foros regionales para analizar una primera propuesta y terminamos en esta segunda y última— es que lo que busca es ser una política de Estado, que implica que no cambia en sus variables centrales, independientemente de quién gobierna”, destaca.
Política de Estado, como la economía
Aurelio Nuño considera que la clase política mexicana debe entender que la apuesta en la educación beneficia a todo el país y mejora todas sus áreas, no sólo la generación del conocimiento; genera crecimiento económico sostenido.
“Yo creo que, si así como hemos logrado como país, por lo menos en los últimos 30 años, tener una política económica de Estado, que le ha permitido al país tener una estabilidad económica como hace mucho tiempo no tenía, porque las variables centrales, independientemente de quién ha gobernado, se han mantenido.
“Y el Banco de México, como órgano autónomo constitucional ha sido un baluarte y un anclaje para mantener ciertos principios de Estado, pues creo que hoy tenemos la oportunidad, tanto con la reforma que nos da el marco jurídico, como el modelo que nos da la visión de política pública, de ir construyendo una política de Estado (en materia educativa), donde lo importante es mantenernos, ser disciplinados y que esto dé resultado”, dice.
—Los 23 gobernadores que pasarán el cambio de sexenio federal ¿pueden ser vigilantes de que no se dé marcha atrás? ¿Pueden ser aliados de la SEP en ese objetivo?
—Creo que ya son grandes aliados. Nosotros hemos hecho algo que ya lo subimos al nivel del nuevo modelo educativo, que fue dividir al país en cinco regiones, y yo me reúno cada cuatro meses con los gobernadores de esas regiones, nos encerramos todo un día para trabajar sobre indicadores, sobre cómo vamos en términos de la reforma.
“Yo los escucho a ellos, porque un error que durante mucho tiempo cometió la SEP fue tener una visión nada más de la Ciudad de México y quizá querer ser muy rígido con los gobiernos estatales y decirles: sólo existe la visión del centro y ustedes la tiene que seguir.
“A mí me sirve mucho para conocer mejor el contexto regional, las dificultades con las que operan los gobernadores, pero también que ellos tengan de una manera mucho más cercana, amable, cuáles son las necesidades de la Reforma Educativa. Estas reuniones que vamos a tener en abril van a ser muy importantes para trazar la ruta del modelo y que nos ayuden en todo esto, y yo veo que los gobernadores no solamente pueden ser, ya son grandes aliados de este proceso de cambio”, asegura el secretario federal.