Libertad Leblanc, Rosaura Revueltas y Olympia Dukakis

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Libertad Leblanc, Rosaura Revueltas y Olympia Dukakis

El jueves pasado se dio a conocer la muerte a los 85 años de edad de la actriz argentina Libertad Leblanc, símbolo sexual del cine de fines de los 60s y principios de los 70s.

Nacida en Guardia Mitre, Río Negro, Argentina, el 24 de febrero de 1936, la Leblanc protagonizó tanto en su natal Argentina como en México y Venezuela audaces películas para su época inundadas de sexo y lujuria de las que se recuerdan en particular los clásicos de culto “La venus maldita” (Alfredo B. Crevenna, 1967), teniendo como galán a su compatriota Guillermo Murray;  dirigiendo Emilio Gómez “La endemoniada”, al lado del actor mexicano Enrique Rocha y “Esclava del deseo”, junto a los también mexicanos Manuel López Ochoa y Carlos East, ambas de 1968; “4 contra el crimen” (Sergio Véjar, 1968), protagonizando con Pedro Armendáriz Jr. y su compatriota argentino Guillermo Murray, y “Mujeres de medianoche” (Alfonso Corona Blake, 1969), con Jorge Rivero y Wolf Ruvinskis, entre otras más. 

El viernes se conmemoró el aniversario luctuoso número 25 de la primera actriz de cine mexicano Rosaura Revueltas, fallecida el 30 de abril de 1996 en Cuernavaca, Morelos, a los 85 años de edad. 

Hermana del escritor José y el compositor Silvestre, Rosaura estaba dedicada de lleno a la danza cuando en un grupo al que pertenecía el cineasta coahuilense Emilio “Indio” Fernández este le ofreció interpretar el papel de una mujer de setenta años de edad en “Un día de vida”, que según versiones desechó y propició la ruptura profesional entre el realizador y su musa Dolores del Río cuando este se la ofreció primero a ella luego de filmar “La Malquerida”, en 1949, pero al aceptar Rosaura y obtener una nominación al Ariel a la Mejor Coactuación Femenina de 1950 representó el inicio de una filmografía, si bien breve y accidentada, de títulos relevantes no sólo para la filmografía nacional sino internacional.

Así, Rosaura Revueltas interpretó a la severa madre superiora de un convento en el que se recrea la controvertida versión mexicana de la película alemana de 1931 “Muchachas de uniforme” (Alfredo B. Crevenna, 1951), y fue la primera en nuestro país en tratar una temática lésbica; en 1952 ganó su primer y único Ariel a la Mejor Coactuación Femenina del clásico “El rebozo de soledad”, de Roberto Gavaldón previo a su acusación como comunista y deportación por consiguiente de los Estados Unidos en plena época de la “cacería de brujas” por filmar la controvertida cinta “La Sal de la Tierra”, de Herbert J. Biberman, que si bien le truncó la carrera en el cine por casi dos décadas, le permitió honores como ser parte del jurado del Festival Internacional de Cine de Berlín en 1986 entre otros más.

Mayo dio inicio de forma no menos lamentable al enterarnos el sábado 1 de la muerte, a los 89 años de edad, de la primera actriz norteamericana Olympia Dukakis, recordada sobre todo por haber interpretado a la madre de Cher en el clásico de 1987 “Hechizo de luna”, de Norman Jewison, que les diera a ganar a las dos sus respectivos premios Oscar a la Mejor Actriz de Reparto y Mejor Actriz de su año. Ese reconocimiento llevó a la actriz a formar parte de una sucesión de éxitos tanto de taquilla como de la crítica como la trilogía de “Mira quien habla”, de Amy Heckerling, junto a John Travolta; “Magnolias de acero” (Herbert Ross, 1989), que le dio a Julia Roberts su primera nominación al Oscar, y “Poderosa Afrodita” (Woody Allen, 1995), que le dio a ganar a Mira Sorvino su respectiva estatuilla.

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