Letras de la hermostra con guiño a William Carlos Williams

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Letras de la hermostra con guiño a William Carlos Williams

A Omar Bravo frente a la fértil tierra

1

Nada especial, solo abrir los ojos para encontrar la ventana abierta que enmarca un cielo mondo con una nube sonrosada como óvalo. Entra la mañana fresca. Desde el segundo piso observo cómo el naranjo del jardín trasero ya conversa con el que se elevaba -antes de su llegada-, tras el muro que divide los patios de las casas. Lo alcanzó en talla. Recibió fertilizante del mejor. ¡Si vieras las naranjas! Verdes aún pero estarán inmensas.

2

Tu hermostra hoy se comió las últimas ciruelas que guardaba “en el refrigerador” y que

había apartado para compartir con alguien más, incluso había pensado en enviarlas por paquetería para tu “desayuno”. “Perdóname”, pero es que “estaban deliciosas/ tan dulces /y tan frescas”. No conoces ese ciruelo; me ha dado ya dos cosechas y sus frutos ahora se han dividido. Ciruelos en una parte, y duraznos en la otra. El injerto afloró este año. Así que tuve pétalos sonrosados y blancos ¡tan bellos!

3

Íbamos a construir una panadería frente al mar ¿recuerdas? Una panadería que tuviera a un lado la casa; una casa de madera con telas y ventanales que dejara entrar al viento. La panadería comenzaría a operar desde la madrugada como toda panadería decente, y trabajaríamos hasta las 2 de la tarde. Andaríamos en bicicleta y Andrea corretearía entre la arena. ¡Ah! Olvidaba que con el viento las telas se moverían en un color amarillo transparente. El resto de la tarde a nadar y a escribir.

4

Y viajaste por medio mundo, fuiste a Oriente y luego a San Francisco. Y ahora, como es la vida buena, regresaste a hacer compañía a tus padres. Cafetería y sueños vivos en medio. ¡La tanta vida! Recuerdo tu carta: ”es bueno volver a ser el hijo”. Que los padres sean eso, padres, y que uno se abrace a ellos y les riña y les cuide. Ese eres tú.

5

Ahora vas a hacer una casa en tierra fértil. Ese ver el agua brotar y regar los sembradíos humedece tu corazón con real sustancia. Varios iremos a acompañarte con nuestros años en esa casa.

6

Lo que no nos ha quitado esta pandemia amigo, es la voluntad de dar. No. Ser útil acaso es la única verdad. Que no se acabe esa pulsión. Que no se nos acaben las manos aunque doloridas. Si es necesario boquear y tomar aliento, o dejar salir agua salada un poco. Pero remontar. Eso. Remontar

7

Me salvaste del tiburón imaginario en la playa de San Carlos. ¡Ah, cómo reímos! Saber de ti siempre me puebla de alegría.

 

claudiadesierto@gmail.com