La falta de Sol repercute en estado de ánimo de las personas... y los saltillenses no están exentos. Más de la mitad de los suicidios documentados en la capital estarían vinculados con la falta de vitamina D. 

“Hay gente que dice que cuando está nublado se pone triste, cuando alguien está enfermo prenden la luz sin saber por qué… Cuando estás triste no quieres ni ver el Sol, pero existe una respuesta científica”, compartió una especialista.

De acuerdo con la licencienca María Luisa Gaytán Casa, experta en neurolingüística y psicóloga reconocida en la región, existe una respuesta científica que vincula la falta de Sol con la depresión y que implícitamente afectaría al estado emocional de las personas.

Concretamente existe una hormona alimentada a través de la vitamina D que a su vez es alimentada por el Sol. La serotonina es activada por esta vía incitando al deseo sexual, deseo a la vida, correcta digestión y un sueño sano, según científicos la forma más efectiva de nutrir al cuerpo con esta vitamina es a través del Sol.

De los 46 suicidios registrados a lo largo del año en Saltillo más de la mitad se registró durante la falta de Sol. En total 26 casos ocurrieron entre las 20:00 y las 07:00 horas del día siguiente.

La psicóloga fue consultada por VANGUARDIA con miras a los próximos cambios en el clima, así como la cercanía de las fechas decembrinas, las cuales traen consigo una ola de suicidios.

“Entre más Sol recibe, más se activa la vitamina D, al desaparecer el Sol no recibes la vitamina y al no tener activada la serotonina, la actitud baja”, compartió Gaytán.

A pesar del vínculo que existe entre la falta de sol y la hora con mayor tasa de suicidios, la psicóloga recalcó que las personas que atentan contra su vida lo hacen al no tener un sentido en la misma, frecuentemente se descubre que habían centrado su vida en un objeto, circunstancia o persona.

Cambio de actitud
El final del año se asocia con cambios de actitud y esto también tendría una explicación psicológica, además de estar influenciado por el clima.

En la última semana de octubre una persona suele sentirse todavía en medio del año que ocurre, pero comenzando noviembre comienza un cambio de actitud al sentir el final de año cerca y hacer un análisis de los avances en el año frente a los propósitos trazados.

“Vivimos por ciclos, el hombre inicia el año con ilusiones, metas y propósitos, cuando entra noviembre se da cuenta que no hizo nada y lo lleva a una depresión, agrega la falta de sol, comparación con años anteriores y los duelos”, puntualizó la especialista.

Esta actitud se repite en gran parte de la población, pero son aquellas personas las que consciente o inconscientemente hacen uso de su inteligencia emocional las que no se ven tan afectadas por lo anterior.

Generalmente las personas al ver el final de un ciclo cerca, en este caso fin de año, comienza un periodo de reflexión que casi siempre pasa por el mismo camino. 

El cuerpo sufre cambios físicos influenciados por el clima, lo que afecta las hormonas y vitaminas, además comienzan los ciclos de extrañar a seres queridos, hacer comparaciones transgeneracionales (¿Cómo viví esa época en el pasado?).

La forma de combatir este mal de forma física es con fototerapia (bronceado), lo cual suele tener un alto costo, pero la forma más efectiva es concentrarse en la inteligencia emocional.

“Tienes que trabajar en ti, las plantas y animales no trabajan para otros, nosotros sí”, señaló la doctora invitando a las personas a mejorar su confianza con el afecto a los demás, así como dedicar un tiempo a encontrar un sentido de vida personal, recalcando que un suicidio no es un final feliz ni para quien tomó la decisión ni para quienes lo rodean.

Señalesde alerta:
De comportamiento:
> Habla o escribe acerca de la muerte o suicidio. 
> Ruptura de relaciones cercanas.
n Llora mucho. 

Emocional 
> Siente que es un fracaso. 
> Tristeza agobiante. 
> Desesperación. 
> Culpa. 
> Retraimiento o aislamiento. 
> Sentimientos de ser una carga para los demás.