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Les quitan los hijos por no ser suficientemente inteligentes
Una pareja perdió la custodia de sus dos hijos pequeños después de que el estado decidió que no eran mentalmente capaces de criar a los niños, informó 'Portland Oregonian'.
El padre de los niños, Eric Ziegler, no trabaja y recibe el apoyo de discapacidad de la Seguridad Social, por discapacidad mental. Se estima que tiene un coeficiente intelectual de 66, para un promedio de 90-110.
La madre, Amy Fabbrini, no sabía que estaba embarazada de el mayor de sus dos hijos hasta que estuvo con un parto avanzado, confundiendo su malestar con una condición renal. El bebé nació en casa. Según los documentos de la Corte, Fabbrini calificó con un coeficiente de inteligencia de 72 IQ.
Sin embargo, muchas personas han avalado el potencial paternal de ambos padres, incluido un legislador estatal, aunque el padre de Fabbrini ha argumentado en contra de la pareja, diciendo que Amy "no tiene el instinto de ser madre".
No se ha encontrado evidencia de abuso o negligencia, informó el 'Oregonian', pero la agencia estatal de bienestar infantil citó "habilidades cognitivas limitadas que interfieren con (su) capacidad para proteger a los hijos de manera segura". Por ello, han puesto a los niños bajo cuidado de una acogida temporal y posteriormente llevarlos a estar disponibles para la adopción.
"Sinceramente, no entiendo por qué no pueden tener a sus hijos", dijo la tía de Amy Fabbrini, Lenora Turner. "Voy a la tienda de comestibles y veo a otras personas con sus hijos, y están de pie en el carro de la tienda... y pienso, ¿cómo es que ellos consiguen mantener a sus hijos?, ¿cómo deciden a qué niños están ellos acogiendo y a quienes no?".
La excepcionalidad que los padres de bajos coeficientes de inteligencia de tener o criar a los hijos tiene una historia muy polémica, volviendo de nuevo al movimiento eugenésico de principios del siglo XX.
La expresión más famosa sobre este tema vino en palabras del juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, Oliver Wendell Holmes, quien escribió en una decisión de 1927 que aprobaba la esterilización forzada de una mujer débil: "Tres generaciones de imbéciles son suficientes".
Desde ese momento, el péndulo fue retrocedido, a veces vacilante, pero nunca volteando a la posición de extrema eugenesia. Hoy en día, es difícil imaginar un juez de la Corte Suprema que abrace la posición de Holmes.
En una entrevista del 2012 a la cadena pública de radio 'NPR', Ella Callow, una abogada que ayuda a padres con discapacidades, dijo que la cancelación de los derechos parentales basada puramente en el coeficiente intelectual (IQ, por sus siglas en inglés), sin evidencia de abuso o negligencia, no es infrecuente.
"Esos son los tipos de casos más preocupantes, porque las personas que toman las decisiones a menudo no están muy bien versados en la crianza con una discapacidad", dijo Callow.
"No saben, por ejemplo, que tenemos 20 años de investigación que demuestran que el IQ no es predictivo de la capacidad de crianza en sí mismo; y, sin embargo, las pruebas de coeficiente intelectual son utilizadas con bastante frecuencia para justificar las remociones", indicó la abogada.
Escribiendo para el sitio web de la 'American Bar Association', Robyn Powell señala que más del 70 por ciento de los padres con discapacidades psicológicas pierden los derechos de paternidad de sus hijos. Y, comenta, las personas con problemas de bajos coeficientes intelectuales pierden sus hijos en más del 40 por ciento de las veces.
"El poder de la ideología eugenista persiste", escribe Powell. "Las mujeres con discapacidades todavía luchan con tácticas coercitivas diseñadas para estimular la esterilización o el aborto porque son consideradas no aptas para la maternidad".
"Igualmente alarmante, es una tendencia creciente que está emergiendo hacia la esterilización de personas con discapacidades intelectuales o psiquiátricas", concluyó Powell.
En 2015, la profesora de Ciencias de la Salud de la Universidad de Sidney (Australia), Gwynyth Llewellyn, escribiría tras una encuesta de investigación reciente que gran parte del debate se había movido en gran medida desde si los padres intelectualmente limitados podían criar a los niños, hacia estudiar el contexto dentro del cual lo hacían.
En la actualidad, los hijos de Ziegler y de Fabbrini permanecen en hogares de acogida, y no habrá ningún cambio en ese estado, a menos que Oregon cambie su ley.
En 2013, defensores de la discapacidad apoyaron un proyecto de ley que habría protegido los derechos de los padres cuando no hay evidencia clara de abuso o negligencia, pero el proyecto de ley fracasó. El senador republicano del estado de Oregon Tim Knopp le dijo al periódico 'Oregonian' que apoyaría la nueva legislación.