Cuando se visita Torreón, Coahuila, las sorpresas pueden ser muchas y variadas, pues es una ciudad en la que, por las raíces multiétnicas de su población, existe una rica diversidad.

Ya he ponderado el gran interés que tienen algunos de sus ciudadanos por el tema medioambiental. De hecho, me da alegría que haya una notable masa crítica de activistas laguneros en asociaciones dedicadas al fortalecimiento y conservación de los ecosistemas locales.

Recientemente convoqué en las instalaciones de la Canacintra a una segunda reunión de empresarios y representantes de empresas socialmente responsables de la Comarca Lagunera con el propósito de hacer causa común para apoyar, desde el sector privado, a la Reserva Ecológica de la Sierra y Cañón de Jimulco.

Afortunadamente está tomando su ritmo y legitimidad el grupo “Amigos de Jimulco” y más aún después de haber conocido los importantes proyectos que presentó el académico Gerardo Jiménez. Este grupo en el que no hay un líder en particular, pues está compuesto por líderes, seguramente hará mucho bien a las causas ambientalistas.

Pero también en Torreón hay intelectuales en el campo de la cultura y de las artes, lo pude constatar en la presentación del texto “España y el Viento”, escrito por el gran León Felipe en la Comarca Lagunera durante su breve estancia en esta región que tanto quiero.

León Felipe nació en una familia rica en el pueblo español de Tábara, en la provincia de Zamora, el 11 de abril de 1884 con el nombre de Felipe Camino Galicia de la Rosa. Su padre era notario y para complacerlo, Felipe se tituló de farmacéutico, profesión que le permitió conocer su país aunque, por sus dotes histriónicas, en su juventud perteneció a una compañía teatral en el rol de cómico, lo que le permitió tener un contacto estrecho con pobladores en muchas ciudades, en quienes percibió el hartazgo de la dictadura de Francisco Franco.

En 1923, y sólo a cuatro años de haber iniciado su obra poética en Madrid, León Felipe viajó a México con una carta de recomendación del ilustre regiomontano Alfonso Reyes. Tenía 39 años de edad y estuvo un tiempo en tierras mexicanas retornando a España para ser militante republicano hasta 1938, en que por los avatares de la Guerra Civil se exilió en México en donde radicó hasta su muerte que ocurrió el 18 de septiembre de 1968.

En junio de 1949 visitó la Comarca Lagunera, donde contactó inicialmente a su amigo Manuel Guillermo Lourdes, escritor y pintor radicado en Gómez Palacio, Durango. Aunque León Felipe iba en plan de incógnito, lo reconoció su amigo el librero Ángel Casan, padre del rector de una importante universidad privada en Monterrey.

Ángel Casan presentó a León Felipe, entonces de 65 años, con los integrantes del Seminario de Cultura Mexicana y del Liceo de La Laguna. Para aprovechar la estancia del escritor, lo invitaron a impartir una conferencia el 15 de julio en el Casino de La Laguna en donde dictó la conferencia “España y el Viento” que ocasionó una conmoción en los espectadores mayormente descendientes de españoles, quienes abandonaron el recinto gritándole: ¡mientes! Y es que una parte del público asistente se sentía franquista y era especialmente detractora de Lázaro Cárdenas, quien fuera presidente mexicano y amigo del afamado poeta.

La directiva del casino publicó una inserción como: “Necesaria aclaración y protesta por el engaño de que fueron objeto por parte de los organizadores del evento, al haberles presentado a León Felipe como poeta de altos vuelos y resultó ser un agitador radical que se dedicó en el curso de su peroración a lanzar desahogos políticos y a revelar su aguda clerofobia”.

Casi a 68 años de ese suceso, el investigador Juan Manuel López Reyes organizó un conversatorio en desagravio presentando la edición del texto de aquella conferencia incendiaria por su contenido conceptual, muy de avanzada. Participaron la maestra Magdalena Briones, quien junto a su madre fue testigo presencial de los hechos del 15 de julio de 1949, y el maestro Gerardo Moscoso Caamaño, cantante, hombre de teatro y promotor cultural, ambos oriundos de la Comarca Lagunera.

Me sorprendió la generosidad del maestro López Reyes y el gran rescate que hizo de la obra “España y el Viento”, de León Felipe, obra que merece comentarios aparte.