Usted está aquí
Leer bien para comprender y alcanzar el éxito escolar
¿Cuántas veces le lee a sus hijos antes de que se duerman? ¿Conoce su hijo la biblioteca más cercana? ¿Ha sacado algún libro prestado que le atrajo? Esas acciones son determinantes para fomentar el placer de la lectura.
Por que aunque desde pequeños nos enseñan a leer, parece que conforme pasa el tiempo, el interés por practicar la lectura, en nuestro país va en decadencia. Paradójicamente adentrarse en los libros es abrir la puerta a un mundo que nos permite viajar, conocer otros países y otras costumbres, a través de las páginas.
En la primaria se incentiva la lectura fluida, se intenta que los niños lean rápido, pero con la intención de que también comprendan lo leído, cosa que no siempre sucede. Y es que, no adquirir una competencia lectora suficiente que permita comprender e interpretar un texto, algo que se espera, los estudiantes logren entre los seis y nueve años, dificulta el éxito escolar futuro.
De forma que cuando se define a un lector se entiende que se trata no solo de una persona alfabetizada sino que además disfruta y comprende textos; de ahí se deriva que aunque los niños pequeños no sepan leer, sí se emocionan cuando se les lee.
Sin embargo, el panorama en México es un tanto desalentador, pues aunque los niños aprenden a leer su desempeño como lectores es pobre.
Lo anterior se confirma, por los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos 2018 (PISA), que ubican el puntaje de los estudiantes mexicanos en este renglón en 420 unidades, por debajo del promedio general de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 487 puntos de comprensión lectora.
42 por ciento de los estudiantes nacionales no alcanzaron el nivel mínimo de competencias en lectura, es decir, que no tienen habilidades para participar efectiva y productivamente en la sociedad moderna.
La directora de la OCDE, Gabriela Ramos, dijo en 2019 que los resultados son “extremadamente preocupantes” pues sin las competencias básicas, muchos niños y jóvenes van a quedar al margen de la economía global.
¿Qué es la prueba PISA?
Las pruebas PISA, por sus siglas en inglés, Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes de la OCDE, se encargan de evaluar y estandarizar los conocimientos y habilidades de los jóvenes estudiantes de 15 años, de distintos países del mundo.
Estas pruebas se aplican cada tres años y los temas centrales a evaluar son comprensión lectora, matemáticas y ciencias. El objetivo de este examen es conocer el nivel educativo de los estudiantes para su posible participación activa en la sociedad, además de comprender el avance o rezago de las políticas educativas de los países participantes.
Pero, ¿qué significa un bajo nivel de comprensión lectora en educación básica? No se trata solo de que el niño que no tiene fluidez a la hora de leer, pues aun teniendo fluidez no recuerda las informaciones esenciales del texto. No es capaz de relacionar hechos o interpretar las ideas principales. En definitiva, le falta comprensión global del significado y por lo tanto no puede explicar su opinión respecto a la globalidad de un texto.
El problema no termina ahí sino que tiene implicaciones en las otras materias que llevan los niños, pues aunque pueden leer enunciados, no entienden ni pueden seguir instrucciones, por lo mismo, no tienen claro lo que se les solicita.
La tarea de la comprensión lectora no debe recaer solamente en la vida académica de los niños. En casa se puede -y se debe- hacer mucho por promover la lectura, como poner a disponibilidad del pequeño el material, libros de buena calidad y en cantidad suficiente, un espacio facilitador que puede ser un ambiente estimulante, sala de lectura o biblioteca.
El sitio Educapeques recomienda, para ayudar a niños con dificultades de comprensión lectora:
Ayudar al niño a observar la hoja antes de leer: mirar el título, subtítulos o apartados, le ayudará ha hacerse un esquema mental del texto.
- Leer todo el texto una primera vez.
- Luego leer un apartado o párrafo cada vez y analizarlo.
- Subrayar las palabras que no se entiendan.
- Subrayar con otro color las ideas principales.
- Explicar en voz alta lo que se ha leído pero con otras palabras para determinar cuánto se comprendió del texto. De ser necesario, leer nuevamente el texto otra vez.
- Realizar un resumen con palabras del texto.
- Elaborar otro resumen pero con palabras propias. Es necesario evitar el lenguaje coloquial.
- Hacer un mapa conceptual o un esquema del texto leído.
- Recordar las ideas principales. No importa si éstas se recuerdan con palabras propias o con las del texto, aunque se sugiere utilizar palabras propias.
- Evaluar cuánto se recuerda del texto escribiéndolo.
- Nombrar y comparar las ideas principales literales del texto con las ideas principales en un lenguaje propio.
- Realizar un pequeño examen personal con preguntas.