Hace unos días vivimos una jornada electoral histórica y determinante para el rumbo y la transformación de México, y los resultados de este proceso no se deben contar solo en votos, sino en lecciones por aprender, de cara a 2018:
Demostramos que el PRD está vivo. Para el PRD esta elección no fue fácil por los procesos internos que hemos vivido. Basta decir que, hace poco, muchos hablaban de desbandadas y del fin de nuestro partido. Pero demostramos que no, que el PRD vive, que somos un partido fuerte y que somos una opción de cambio real para millones de mexicanos. Tan solo para ejemplificar lo anterior, ahora el PRD va a gobernar a 3.5 millones de mexicanos más.

Ganar también significa recuperar la confianza de la gente. En el Estado de México, por ejemplo, con Juan Zepeda logramos incrementar la votación que obtuvimos en la pasada elección y nos colocamos como la tercera fuerza. Esto es histórico por al menos dos cosas: primero, porque los votos que obtuvimos fueron por nosotros mismos, por el valor del PRD. Y en segundo lugar porque esa cantidad de votos son los necesarios para ganar la gubernatura de Jalisco o gobernar estados como Colima, Baja California Sur, Campeche y Nayarit, de ese tamaño es el logro del PRD.

En Coahuila y Veracruz ganamos nuevos espacios, incrementamos nuestra presencia y en Nayarit logramos que un ciudadano llegara a la gubernatura. Asimismo, ganamos Bahía de Banderas, Santiago y Tepic, es decir, las tres ciudades más importantes del estado, con las que demostramos el gran avance que tenemos y que sí se le puede hacer frente al PRI; que sí se le puede vencer. Estoy convencida que, desde estos espacios conquistados, vamos a lograr transformar la realidad de los nayaritas.

La confianza se paga con resultados. No me cabe duda de que estos resultados le hacen bien a México porque se demuestra que los ciudadanos están atentos a lo que hacen los gobiernos, que los actos de corrupción los castigan y que están en una búsqueda de quién o quiénes pueden representar sus luchas, sus causas y quiénes pueden dar respuesta a sus exigencias. Por eso debemos agradecer a los ciudadanos que participaron en la jornada electoral, a quienes vencieron la apatía y a quienes a pesar de todas las adversidades hicieron que la jornada fuera posible: funcionarios de casillas, observadores y a quienes le dieron y siguen dando seguimiento a los resultados obtenidos y al conteo de votos. Sabemos que no podemos fallar, por eso es fundamental defender la voluntad de la gente, vamos a defender el voto.

No más PRI. Otra mensaje claro es que los mexiquenses no quieren al PRI, 7 de cada 10 votaron por otra opción antes que votar por el PRI. Esto es una muestra más de que los mexicanos ya no quieren más PRI.
El exceso de confianza no alcanza para derrotar al PRI. Finalmente, después de la jornada electoral, hay que reconocer que no es fácil asumir responsabilidades, los resultados en Edomex y en general de todas las elecciones, son responsabilidad de cada uno. Desde nuestra trinchera trabajaremos con nuestros logros para demostrar lo que el PRD le aporta al país y a la elección presidencial del próximo año.

Espero que, a partir de hoy e independientemente del resultado final del conteo de actas y votos, las fuerzas de izquierda abramos un debate sobre el rumbo que debemos tomar, del papel que jugaremos en la próxima elección y en la transformación del país. Si la izquierda hace un alto, escucha y dialoga, habrá más y mejores resultados en 2018 y en la construcción de la oposición que México necesita.

Twitter: @Ale_BarralesM

www.alejandrabarrales.org.mx