Con el amanecer del 25 de julio de nueva cuenta los saltillenses se reunieron en el Mirador de la Plaza México para cantarle Las Mañanitas a la ciudad a 440 años de su fundación. El evento, como es una costumbre, se realizó a unos pasos del barrio del Ojo de Agua, señalado por la mayoría de los historiadores como punto inicial de esta localidad.

Cuando los primeros rayos del sol se asomaban sobre la sierra de Zapalinamé, autoridades municipales y vecinos ya estaba listos para inflar el pecho de nueva cuenta y sentir orgullo por haber nacido o ser adoptado por una de las ciudades más antiguas del norte del país.

Primero se efectuaron los honores a la Bandera con el apoyo de la banda de guerra y escolta del 69 Batallón de Infantería, para luego dar paso a una reseña acerca de la fundación de la ciudad y la intervención del Alcalde.

“Queremos festejar a nuestros antepasados”, comentó el Edil. “A todos los que llegaron buscando oro y lo que encontraron fue amor, un gran deseo de hacer las cosas bien, de respetar el derecho ajeno”, agregó el Munícipe.

Luego, en el kiosko de la plaza, el coro del Centro de Estudios Musicales de Saltillo, bajo la dirección de Elías Figueroa, entonó los versos de Las Mañanitas al tiempo que se repartían rebanadas de pastel, antojitos mexicanos, café y champurrado, entre los asistentes.

Posteriormente se formó una caravana hacia la Parroquia del Ojo de Agua, en donde se colocó una ofrenda floral en honor a los fundadores de esta ciudad. En ese lugar el párroco Christian Figueroa hizo la bendición del agua y deseó buenos augurios para Saltillo.

Al ritmo de varias melodías, entre ellas el corrido de Rosita Alvirez, ejecutado por la banda del Centro de Estudios Musicales de Saltillo, la caminata se prolongó por el callejón del Ojo de Agua, luego en la calle de Hidalgo hacia el norte y Juárez para llegar a la Plaza de la Nueva Tlaxcala, donde se colocó otra ofrenda floral.

Los festejos por el 440 aniversario de la ciudad continuaron por la tarde con la sesión solemne de Cabildo donde se entregó la Presea Saltillo.