Un jugador se apegó al “fair play” para remediar una marcación del árbitro de señalar un penal inexistente, tal acto le llevaría una gran sorpresa como agradecimiento de sus rivales: un beso en la boca.

En una jugada que comenzó por el sector izquierdo y después de dos “taconazos”, el delantero Toni Muñoz del FC Bopcholt se internó en el área, adelantó el balón y simuló una falta.

El árbitro marcó la pena máxima.

De inmediato, los jugadores del Baumberg le recriminaron la marcación y se fueron contra el nazareno.

Al ver lo sucedido, el atacante español fue en ayuda del árbitro, se abrió camino y le dijo que no había sido penal. Los rivales aplaudieron el gesto. Uno de ellos, lo agarró y lo besó en la boca. Siguieron las felicitaciones para Muñoz.