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Las voces del suicidio: 'Lo único que quiero es ya no escucharlas'
Por: Sandra Naal
Fotos: Omar Saucedo
Cerca de la casa de Joaquín, en el municipio de Parras de la Fuente, hay un árbol muy alto, no está a más de unas cuadras. Hace cuatro días se escabulló en la madrugada, todos estaban dormidos, su esposa y sus tres hijos, se dirigió a ese árbol e intentó ahorcarse.
Desde hace tiempo, Joaquín siente que lo espían, esas voces le dicen de cerca lo que tiene que hacer, a veces son cosas simples como que se vaya a caminar solo y que no le diga a nadie, pero en otras ocasiones le piden que tome un cuchillo y que se haga daño, que se corte las venas o que se lo entierre en el corazón para que se muera de una vez.
Trata de resistirse, pero no siempre puede, cuando le hablan siente desorden en su cabeza le da desesperación y para que se callen las obedece.
Le han dicho que hay cámaras en todos los cuartos de su casa, que tienen detectados cada uno de su movimientos y que sus vecinos lo espían porque quieren saber de las cosas que hace; Joaquín no sabe si esas voces son verdaderas o si están sólo en su mente, pero está seguro de que quieren que se haga daño.
Hace tiempo era un hombre convencional, era jardinero del ayuntamiento de Parras, pasaba tiempo con su familia, pero un día empezó a sentirse raro, empezó a creer que siempre estaba alguien junto a él o que lo miraban desde lejos para saber a dónde iba, luego llegaron las voces, que le decían lo que tenía que hacer, desde la acción más simple, hasta la más aterradora.
Cuenta de esas voces como si fuera algo común, son parte de su vida aunque no las quiere, no se marchan, van y vienen, pueden estar calladas y de pronto comunicarse, no importa si está sólo o acompañado, le hablan y le ordenan.
¡SALVE UNA VIDA!
Números de emergencia en caso de tener una crisis o si un familiar presenta tendencias suicidas:
- La Línea de la Vida 01 800 82 23 737 es atendida por personal especializado del Centro Estatal de Salud Mental (Cesame), las 24 horas del día.
- Cesame, calle Martín Enrique y Juan O´Donoju, Virreyes Colonial, 25220, 01 844 415 0763.
- Cruz Roja: 412-1206, 414-3333, 414-8170.
- Emergencias 066.
‘MUERE DE UNA VEZ’, LE DIJERON LAS VOCES
Joaquín expresa que él no es un hombre que se deja vencer, que a él le gusta vivir, pero que las voces le dicen que no, que se muera de una buena vez, por eso en varias ocasiones tomó un cuchillo e intentó lastimarse, pero al final luchaba con esas órdenes que no quería obedecer, aunque a veces es mucha la presión que siente, lo único que quiere es que se callen, por eso hace lo que le piden.
Pero esa noche, hace cuatro días, no pudo resistirse, en el fondo también quería acabar con ese sentimiento de desesperación, en su cabeza todo esta volteado hacia arriba y pensó que seguir esas voces y hacer lo que le decían era lo mejor.
Entonces se levantó muy despacito de su cama, para que su esposa no se despertara, porque ella tiene el sueño muy liviano, fue hasta la cocina, ahí guardaba algunas cosas que utilizaba en su trabajo como jardinero, del cual fue incapacitado debido a su condición, tomó un alambre, abrió la puerta que da a la calle y salió, busco un árbol y encontró uno muy cerca, preparó el alambre que había tomado y se dispuso a ahorcarse, ya estaba por conseguir su cometido, cuando llegó su esposa, efectivamente su sueño era muy ligero y notó que Joaquín no estaba junto a ella en la cama y sabiendo las tendencias suicidas que padece, no dudó en salir a buscarlo, lo encontró a tiempo, antes de que la vida se le fuera por completo.
En ese instante Joaquín deseaba morir, hubiera preferido que su esposa no se hubiera dado cuenta de su ausencia y así tener oportunidad de terminar con esas voces que siente que le comen el cerebro y que no lo dejan en paz por más que se esfuerce.
Cuando empezó con este problema lo llevaron al médico, quien le recetó algunos medicamentos para esa descompensación que tiene en la mente, pero no daban resultados, sólo dejaba de escucharlas cuando estaba dormido y a veces ni eso.
Cuando su familia vio que la situación llegó al límite, decidieron internar a Joaquín en el Centro Estatal de Salud Mental (Cesame), ahí está desde hace cuatro días, él no quería, pero no está en posición de decidir, su mente es peligrosa para él y quienes lo rodean.
“Yo escucho esas voces, me dicen que haga cosas, a veces son simples, como que me vaya solo a algún lugar y que ahí me van a ver, o a veces hasta me dicen que agarre un cuchillo, que me corte las manos, pero a veces que me lo encaje en el pecho, que quieren que ya me muera de una vez, esas voces me dominan, yo no quiero hacerles caso, pero no puedo resistirme, están en mi cabeza, yo lo único que quisiera es ya no escucharlas, me dicen que me vigilan satelitalmente, pero no sé quiénes son, hay cámaras en mi casa, pueden ver todo lo que hago, incluso en la intimidad, yo ya no quiero que pase eso”.
QUISIERA IRSE A CASA
Joaquín dice que se quiere recuperar, porque esas voces le han quitado la tranquilidad a su familia, antes eran felices, pero desde que empezó con este problema, tuvieron que cuidarlo todo el tiempo, no puede estar solo porque podría hacerse daño, desea estar bien, pero quisiera irse a su casa, dice que ahí también se puede recuperar, pero que los doctores le dicen que lo mejor para él y su familia es que se quede internado un tiempo, mientras las voces se van.
“Yo me quiero curar, porque soy un hombre que no se deja vencer, en ese momento si quería morirme, pero ahora ya no, lo único que quiero es que se vayan las voces, no quiero causarle problemas a mi familia, quiero estar con ellos”.
Aunque se quiere recuperar, las voces lo siguieron desde Parras, está tomando medicamento y espera que con eso se vayan por completo.
Joaquín tiene psicosis, imagina que alguien le habla, a veces puede llegar a creer que es la misma muerte quien le pide que haga cosas, quien le pide que se mate, necesita tratamiento y permanecer internado para que traten su enfermedad.
“Las personas que se quieren matar no deberían de intentarlo, que sigan vivas, yo quiero seguir vivo, pero tengo que dejar de oír esas voces, es algo bien raro, están aquí en mi cabeza, siento a veces que me va a estallar”.
En el patio de estar en el área de internamiento del Centro Estatal de Salud Mental, Joaquín se sienta en una banca a que le dé el aire, ruega porque esas voces no regresen, que no le digan que haga cosas malas, porque teme obedecerlas y acabar con su vida.
SUICIDIOS EN COAHUILA
Hoy 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial Para la Prevención del Suicidio, en lo que va del año el número de personas que acuden al Cesame para recibir atención por tendencias suicidas, trastornos del afecto y problemas afectivos, se ha incrementado en un 50 por ciento, según dio a conocer con anterioridad el doctor Mario Alberto José de los Santos.
El Director del Centro Estatal de Salud Mental agregó que entre los pacientes el género y edad es variable, es decir, que no hay tendencia.
De enero a julio de este 2016 se registraron en el estado 116 suicidios, siendo la Región Sureste la que tiene mayor número con 40, seguido de la Región Laguna.
Los suicidios actualmente se están dando con mayor frecuencia en el género masculino, sobrepasando casi cuatro veces más el número de mujeres que se quitaron la vida.
Sureste, donde más menores se suicidan
Por: Francisco Rodríguez
En lo que va del año se han registrado siete suicidios de menores de edad en todo Coahuila, tres de ellos tuvieron lugar en la Región Sureste, según datos oficiales de la PGJE.
En la Delegación Norte II, en la zona Carbonífera y en la Delegación Laguna I, es donde también ha habido casos de suicidios de menores de edad en lo que va del año.
La cifra de suicidios en menores es igual a la de todo 2015. Hace un año se registró un total de 126 suicidios, mientras que en lo que va del año, suman 85.
Desde 2010, suman 54 suicidios de menores de edad en todas las regiones del estado y de igual forma es la Región Sureste donde más se presentan estos casos, con 29 en los últimos casi 7 años, un 53.7 por ciento del total.