Desde hace 23 años, cada 31 de agosto el Pont de L’Alma en París, Francia, se llena de flores y veladoras para recordar a Diana de Gales, mejor conocida como la Princesa Diana o Lady Di, quien perdió la vida en un accidente automovilístico en la capital francesa. La entonces exmujer del Príncipe Carlos, heredero al trono británico, tenía 36 años y viajaba en un Mercedes Benz S280 conducido por Henri Paul, jefe de seguridad del Hotel Ritz de París, acompañada de Dodi Al-Fayed, su pareja en aquel momento.

El Merecedes Benz S280 se estrelló contra el pilar número 13 del túnel Pont de L’Alma después de presuntamente huir del acosos de los paparazzi. Henri Paul, de 41 años, falleció al instante, así como Dodi Al-Fayed, de 42. La Princesa Diana murió horas más tarde en el hospital. Ninguno de los ocupantes del vehículo llevaba puesto el cinturón de seguridad. Esa revelación, entre otras, han salido a la luz en los últimos años, cuestionando si realmente fue un trágico accidente o si se se trató de una ejecución ilegal, como lo menciona el documental de Keith Allen de 2011.

El fallecimiento de la princesa del pueblo hizo que las conspiraciones se dispararan. Finalmente, y después de una década de investigaciones, a principios de 2008 el Tribunal Supremo de Londres aseguró que se había tratado de un accidente. Las querellas de Mohamed Al Fayed, dueño de los almacenes Harrod’s y padre de Dodi, entonces pareja de la princesa y también fallecido, no dieron su fruto.

Sin embargo, Después de tres años de ausencia, la red de hackers Anonymous regresó hace algunos meses con diversas revelaciones. Una de las publicaciones que más llamó la atención fue la supuesta divulgación de la causa de la muerte de la Princesa Diana, no un accidente, sino una conspiración de miembros de la familia real que buscaban evitar que revelara secretos.