Las personas buenas

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Las personas buenas

ESMIRNA BARRERA
Es justamente la pasión lo que define a personas buenas como Carlos Alberto, Hilda Esthela y Héctor Hernán

El bien común es un propósito superior que las personas olvidamos. Más si estamos abrumados por las presiones cotidianas en donde olvidamos lo que ocurre fuera de nosotros, pero hay ejemplos de seres humanos que potencian sus talentos y posiciones para ejercer el bien común, como es el caso de Hilda Esthela Flores Escalera.

Cuando esta dama coahuilense fue senadora de la República (2012-2018) impulsó una iniciativa que a partir de este año está rindiendo frutos.

En 2018 la visitamos en las que eran sus oficinas en la Ciudad de México. Íbamos de la Asociación Regiomontana de Fibrosis Quística con Manuel González Rodríguez, originario de Cuatro Ciénegas, Coahuila; Silvia Cristina Marroquín Benavides y yo. Manuel y Silvia ya habían perdido respectivamente un hijo por esta enfermedad catastrófica que hace que el horizonte vida de quienes la padecen no pase de 17 años. Muchos pacientes con la enfermedad ni siquiera sobrepasan su infancia cuando lamentablemente mueren.

Nos acompañaba un brillante médico especialista en la enfermedad, el jalisciense Héctor Hernán Ruiz quien de manera sencilla, pero muy gráfica explicó a la entonces senadora el estatus del manejo de la enfermedad en México, muy distante al de los países europeos en donde los pacientes llegan a vivir hasta los 50 años en promedio. Héctor Hernán subrayó que no había medicamentos en el IMSS para este tipo de pacientes y que había familias de clase económicamente baja que tenían dos o tres casos entre sus hijos. Realmente una calamidad independientemente del martirio que significa para los pacientes padecer la enfermedad.

Tengo un ahijado muy querido con esta enfermedad que es realmente admirable porque brinda conferencias sobre este tema y está por publicar un libro sobre sus experiencias de vida y cuya utilidad económica se utilizará para apoyar a niños con fibrosis quística. Él es un joven de 33 años que tiene la dicha de vivir a pesar de las enormes vicisitudes que ha tenido que afrontar y sigue afrontando. Carlos Alberto González Jordán se casó hace unos años con Eva L. y son felices. Se prepara para una probable operación y, en tanto, apoya ampliamente la causa con su tiempo, con recursos y mucha pasión.

Es justamente la pasión lo que define a personas buenas como Carlos Alberto, Hilda Esthela y Héctor Hernán, quien me escribió para informarme de una gran noticia que les comparto en esta columna editorial: se logró que el medicamento Tobramicina para pacientes con fibrosis quística (FQ) esté disponible desde el 15 de junio de 2021 en el IMSS.

Además, se ofrecerá un servicio integral que contempla: tamiz neonatal con el cual se puede hacer un diagnóstico temprano de la enfermedad (FQ) sin que estos pacientes hayan presentado antes manifestaciones de FQ; la determinación de cloruro en sudor considerado como el estándar de oro para el diagnóstico de FQ y el estudio genético para ver qué tipo de mutaciones presentan los pacientes.

Estos tres servicios estarán disponibles a partir del mes de septiembre y se otorgarán a los derechohabientes del IMSS y por el momento se implementarán en cinco ciudades: Guadalajara, Monterrey, Ciudad de México, y dos más por definir, pues el programa es nacional.

Ante el acontecimiento, la licenciada Hilda Flores, quien radica en la ciudad de Saltillo, Coahuila, expresó: “Para mí, lo más importante es que esta noticia me da mucha alegría, pues soy una convencida que el servicio público justamente es para eso, para servir y para apoyar. Qué bueno que fui el instrumento para lograrlo.” Ella actualmente está fuera del ámbito público y es consultora en el campo de las políticas públicas. Deseo que le esté yendo muy bien profesionalmente y que sepa que hay cientos de familias que agradecen aquella gestión legislativa que hoy permitirá una mejor calidad de vida a muchos niños y niñas que padecen fibrosis quística.