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Las mujeres en la política nacional
Es un hecho que casi no hay mujeres en la toma de decisiones de los partidos políticos mexicanos
Es ágil, casi atlética sin perder femineidad. En un territorio donde predomina el machismo, Claudia Pavlovich Arellano llegó a la gubernatura de Sonora luego de saber lo que eran los avatares en el Senado. Es la séptima mujer que ha alcanzado el estatus de Gobernadora en México.
Antes de la abogada Pavlovich, fueron gobernadoras Griselda Álvarez Ponce de León (Colima, 1979-1985), Beatriz Paredes Rangel (Tlaxcala, 1987-1992), Dulce María Sauri Riancho (Yucatán, 1991-1994), Rosario Robles Berlanga (Distrito Federal, 1999-2000), Amalia García Medina (Zacatecas, 2004-2010) e Ivonne Ortega Pacheco (Yucatán, 2007-2012).
La presencia en la escena política nacional de las mujeres es escasa. Es un hecho que casi no hay mujeres en la toma de decisiones de los partidos políticos mexicanos; y en la función pública sólo un 7 por ciento de los puestos los ocupan damas, por ello la importancia de Claudia Pavlovich al frente de los asuntos públicos de la entidad federativa en la que nació.
La originaria de Magdalena de Kino, Sonora, cuenta con 47 años. Fue regidora del Ayuntamiento de Hermosillo, diputada local del 2006 al 2009 y luego Senadora en la LXII Legislatura.
Se le asocia a Manlio Fabio Beltrones, pero ante los comentarios de un agudo analista sonorense en relación a que ella se debe políticamente a este personaje, la dama le aclaró que tiene lo suyo, ¡y vaya que tiene lo suyo!
Claudia Artemiza Pavlovich sustituyó a Guillermo Padrés Elías. En palabras de algunos sonorenses, el exgobernador le dejó “la barda muy bajita” por sus pocas aportaciones y sus manejos corruptos, lo que permitirá que como Gobernadora pueda hacer notar su trabajo con relativa facilidad. Esto no es una verdad absoluta porque ella independientemente de los resultados de su predecesor podrá ser buena o mala gobernante.
Pero ella es amable, de trato directo y proyecta una gran seguridad. Tiene pensamiento estratégico que la llevó a confluir recientemente con el grupo de los 10 en Monterrey. Conoce la labor de gestionar y eso la puede hacer una funcionaria destacada.
Cuando yo tenía 21 años de edad conocí a la gobernadora del Estado de Colima, Griselda Álvarez, escritora de altos vuelos que tenía como enlace principal de su plataforma de educación y cultura a Federico Mastache.
Doña Griselda fue la primera gobernadora en México y tal vez el camino a esta posición se le allanó por su notable inteligencia y por pertenecer a una familia de mandatarios, ya que su bisabuelo fue el primer Gobernador de Colima y su padre también ocupó el mismo cargo.
Conocí por los años 80 a Beatriz Paredes Rangel que como gobernadora de Tlaxcala luchó para redignificar la huella de su pueblo en el mestizaje mexicano. Como legisladora brilló nacional e internacionalmente.
Don Desiderio Hernández Xochitiotzin, muralista e historiador ya fallecido, incluyó la figura de Paredes Rangel en uno de los murales del Palacio de Gobierno del Estado de Tlaxcala, sobre un caballo y sosteniendo un pendón con el emblema de un señorío de Tlaxcallan.
Volviendo al presente, Pavlovich Arellano ganó sobradamente las elecciones de junio de 2015, pues obtuvo 486 mil 944 votos, lo que representó un 47.58 por ciento del total de sufragios.
Si viviera el malogrado político sonorense Luis Donaldo Colosio, seguramente se llevaría bien con Claudia Pavlovich, una persona aceptada por la nación yaqui. Ojalá que sus conciudadanos le permitan gobernar sin trabas absurdas ligadas a la condición de género.