Las miserias futbolísticas de Chivas y Pumas

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Las miserias futbolísticas de Chivas y Pumas

Diferentes realidades, pero resultados similares; es la historia de Chivas y Pumas en el torneo. El domingo —en Guadalajara— están en riesgo, sobre todo el proyecto deportivo de un equipo al que le han dado todo.

Chivas no tuvo cambios con relación al torneo pasado; es más, está reforzado —de alguna manera— al regresar futbolistas que estaban a préstamo; Pumas sí cambió estructuralmente, gracias a la ambición desmedida de tener dinero y más dinero.

El equipo de Andrés Lillini está hundido. Pareciera que la dirección deportiva se empeñó en destrozar al subcampeón. Salieron Carlos González, Andrés Iniestra y Alejandro Mayorga; en vez de reforzar al equipo, lo mantuvieron disminuido, contratando a préstamo al panameño Gabriel Torres, quien no ha servido para maldita la cosa y sólo tapa la salida de jóvenes. En los tiempos del gran Guillermo Aguilar Álvarez, se mantenía al plantel hasta que fuera campeón y, ahí sí, iniciaba la venta de sus estelares. Hoy —con un subcampeonato de rebote— lo hicieron, manchando la historia directiva del club. Muy lejanos de sus antecesores están Leopoldo Silva y Jesús Ramírez.

Se grita, al interior del equipo, la falta de recursos y por eso la necesidad de vender o sacar jugadores a como dé lugar. Trasciende que, por González, los Tigres pagaron cinco millones de dólares, dinero que —parece— han tirado a la basura, porque después de siete jornadas, son el lugar 17 de la tabla. Pudieron haber regresado a Felipe Mora y Martín Rodríguez, pero la “brillante” dirección deportiva prefirió también venderlos; el primero, al Portland, a razón de cuatro millones de dólares.

Chivas no tiene pretextos. Está en la élite de planteles en la Liga, solamente detrás de Tigres, Monterrey, Cruz Azul y América. Es decir, la fuerte inversión que realizó Amaury Vergara —para llevar a los futbolistas que solicitó Ricardo Peláez— no ha redituado y esta jornada iniciará fuera de los 12 clasificados a la fase final. Tienen a un entrenador de clase, ganador, un plantel que se fortaleció con los regresos de Alejandro Mayorga, César Huerta y Carlos Cisneros. Es decir, no fueron parte de las compras de pánico estilo Peláez, en esta ocasión. Obviamente, habría que considerar las bajas de los parranderos Eduardo López, Alexis Peña, Dieter Villalpando y José Juan Vázquez, pero aún así no hay pretexto.

Instituciones como estas deberían apuntar siempre a mejorar lo hecho en el torneo inmediato anterior. Si Pumas fue finalista, el campeonato debería ser la meta; si Chivas fue semifinalista, solamente la final sería el objetivo. Todo lo demás, un rotundo fracaso.

El domingo estarán frente a frente los equipos más decepcionantes del arranque del torneo Guardianes 2021, una excelente prueba y pretexto para despegar, aunque en realidad solamente Chivas tendría esa opción; Pumas está muy, pero muy lejos de lo que sus poco exigentes aficionados desearían.

Hace apenas unos meses Pumas peleo por el título en la final del Guard1anes 2020.Mexsport