Las marchas por la unidad

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Las marchas por la unidad

Debemos unirnos contra el tirano, sin la menor duda, pero creo que tendríamos que portar en una mano un cartel que denigrara a Trump y otra que pidiera cuentas a Peña

Hoy marcharán, eso espero, millones de mexicanos de uno y otro lado, quiero decir de México y de Estados Unidos. El Presidente de México ha tenido una gran suerte al recibir ofensa tras ofensa de su homónimo norteamericano. Se había ganado a pulso el repudio del pueblo mexicano y le llegó un apoyo inesperado del que ahora es nuestro enemigo declarado. Considero que todos deberíamos promover la unidad alrededor de nuestro mandatario. Pero sería un error hacerlo sin cobrarle la enorme deuda que tiene para con nosotros. No deberíamos ser mezquinos con él, puesto que se trata de la Patria. Claro que no. Pero no merece esa defensa, al menos no de manera gratuita.

Donald Trump empezó a ofender a los mexicanos desde el primer día que lanzó su candidatura, aun antes de que su partido lo tomara en cuenta. Su primera frase de campaña fue ofensiva, odiosa, perversa, racista, injusta y estúpida (tengo más palabras para sus ultrajes, pero acabaría con el espacio que me otorga VANGUARDIA). “Los mexicanos son asesinos, violadores, ladrones y narcotraficantes”. Nuestro ínclito Presidente no escuchó, ¡no se oye!

Ofendió a todos y cada uno de los mexicanos, menos a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray. Éstos, o no son mexicanos o no razonan o ninguna de las dos. Donald Trump volvió a ofendernos repetidas veces. No se cansaba. Su frase de campaña: “¿quién pagará el muro?”, recibía siempre un grito de guerra de sus seguidores, los fascistas que lo eligieron: “¡México!” Pero fueron varias las veces que nos calificó de violadores y ladrones.

Eso podría haber sido pasado por alto viniendo de quien venía: un palurdo. Sin embargo, no hubo una respuesta ni siquiera respetuosa y directa. No hubo reacción de nuestro Ejecutivo. Mientras tanto Luis Videgaray, secretamente, realizaba reuniones con el equipo de Trump, incluyendo un familiar. De esto resultó la venida de Trump a México, con el enfado de la Secretaría de Relaciones Exteriores que se enteró casi cuando el candidato estaba por llegar.

Aquí Trump cambió un poquito su dicho, pero llegando a Arizona lanzó un discurso ofensivo hacia México. Videgaray fue cesado. La cuestión es que no fueron pocos los que creyeron que nuestro Presidente jugó un papel de tonto, puesto que perjudicó enormemente a Hillary Clinton. Cuando Peña Nieto encontró a Obama, éste casi le negó el saludo: se sintió traicionado, y lo fue.

¿Dónde estudió el arte de la política Videgaray?, ¿dónde quedaron los asesores de Peña?, ¿quién le dijo que ayudar a un ofensor de la Patria era tolerable? Por donde usted lo vea no hay manera de justificar al Ejecutivo. Incluso cabría preguntarse si Videgaray no es traidor a la Patria. No lo sé, sencillamente me lo pregunto.

Hoy habrá marchas por la unidad. Debemos unirnos contra el tirano, sin la menor duda, pero creo que tendríamos que portar en una mano un cartel que denigrara a Trump y otra que pidiera cuentas a Peña. Y es que no hay espacio en el cual se puede esconder el Presidente; lo que hizo no tiene nombre. Si ratificó el dicho de que somos asesinos, violadores y ladrones, no puede seguir siendo Presidente.

Ahora es Peña el que nos pide unidad. La palabra ha tomado un lugar central en el vocabulario nacional: todos los políticos la repiten y los partidos la incorporaron a sus pastosos discursos. Algo esperan en estos tiempos de precampañas. Algo quieren en 2018. Sólo que, de veras, “la Patria es primero”, aunque se escuche la frase con un cierto aire tristón.

Marchar por la unidad puede y debe ser un verdadero punto de partida frente a Donald Trump. Sería penoso enterarnos de que en el extranjero se le ha descalificado en múltiples aspectos sin que hagamos algo (y no necesariamente marchar). La marcha de mujeres en los Estados Unidos fue tan poderosa que ahora Trump sabe que también al interior tiene enemigos. Aunque su soberbia no le permita reaccionar ante las evidencias. Numerosos personajes de casi el mundo entero lo han desacreditado. No estamos solos. ¡Lástima que tengamos a dos personajes tan torpes conduciéndonos!