Las grandes cadenas controlan comercio en el país, señala Cofece

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Las grandes cadenas controlan comercio en el país, señala Cofece

“En 87% de las áreas de influencia con un solo participante, la marca presente es Walmart”, señala estudio de la Comisión. Foto: Especial
Sólo Walmart, Soriana y Chedraui tienen presencia nacional, gracias en parte a trabas burocráticas costosas de estados y municipios que inhiben competencia local

Las grandes cadenas de autoservicio encabezadas por Walmart, Soriana y Chedraui concentran el comercio al detalle en el país en perjuicio de consumidores y proveedores pequeños, y con ayuda de barreras burocráticas de autoridades que impiden la entrada al mercado de competidores locales, señala la Comisión Federal de Competencia (Cofece).

“En 255 municipios sólo hay una tienda de autoservicio y en 1 mil 592 municipios ninguna, además, una de cada 10 bodegas, supermercados, hipermercados y megamercados no enfrenta competidores en su área de influencia”, indica el Estudio de competencia en el canal moderno del comercio al menudeo de alimentos y bebidas.

Las cadenas de autoservicio captan 19% del gasto familiar en el país y, pese a ello, en ese mercado sólo operan tres cadenas con presencia nacional: Walmart, Soriana y, en menor medida, Chedraui, las cuales únicamente enfrentan competencia de cadenas locales bien posicionadas en algunas regiones.

Añade que la insuficiente presión competitiva impide que los consumidores accedan a mejores precios, al tiempo que la elevada concentración favorece el poder de negociación de las grandes cadenas minoristas frente a sus proveedores de menor tamaño, los cuales están en riesgo de salir del mercado o dañar su capacidad para innovar.

En el caso de las tiendas de autoservicio, la competencia se da en el ámbito local, en la medida en que los consumidores compran en las tiendas más cercanas para reducir costos y tiempo de viaje, por lo que Cofece definió áreas de influencia para las tiendas de grandes superficies, que se clasificaron en cuatro tipos, de acuerdo con el número de habitantes por hectárea: Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), zonas urbanas con densidad de población superior a la media, zonas urbanas con densidad de población inferior a la media y resto del país.

Encontró que en 10% de las áreas de influencia del país sólo existe una tienda de autoservicio; en 15% hay un duopolio; en 24% hay tres participantes, y en 51% restante hay más de tres tiendas del canal moderno.

“En 87% de las áreas de influencia con un solo participante, la marca presente es Walmart”, puntualizó.

Una razón de la concentración de mercado de las grandes cadenas son las regulaciones locales de gobiernos estatales y municipales que obstaculizan la entrada de nuevos competidores de ámbito local.

Entre los obstáculos regulatorios que inhiben la competencia están trámites y requerimientos que elevan los costos o, incluso, hacen prohibitiva la instalación de tiendas de autoservicio, la necesidad de conformar equipos legales especializados en trámites y tardanza en las autorizaciones sin las cuales los nuevos establecimientos no pueden operar, dice la Cofece.

Agrega que el costo administrativo promedio de los trámites estatales y municipales para abrir un establecimiento del canal moderno va de 95 mil pesos para los formatos más pequeños hasta 653 mil pesos.

Pero el mayor costo es el de las pérdidas en ventas por no poder abrir las puertas hasta que concluya la gestión de trámites, pues se calcula que por cada día que una tienda de autoservicio tarda en recibir sus autorizaciones deja de vender alrededor de 1 millón de pesos, y las esperas son de casi un año en promedio.

Consecuencias de la concentración

En un mercado sin competencia o competencia insuficiente, los consumidores pierden la oportunidad de acceder a una opción diferente de abasto tanto en precio como en diversidad de productos, señala Cofece, además de que impide la activación de mayores fuentes de empleo.

Además de que otorga a las tiendas de autoservicio un poder de compra bajo el cual pueden realizar prácticas comerciales que provocan costos imprevistos en sus proveedores de menor tamaño, les transfiere el riesgo de que no se vendan sus productos, pese a ya haber sido adquiridos por la cadena.

Ejemplos de tales prácticas son el pago al proveedor fuera del plazo establecido, aplicarle cargos no negociados o devolverle mercancía sin acuerdo previo, lo que en casos extremos puede precipitar su salida del mercado.

Dice Cofece que esto ocurre a pesar de que existe un convenio entre minoristas y las grandes cadenas que incluye el Código de Prácticas Comerciales Competitivas, por lo que recomienda una revisión por parte de la Secretaría de Economía (SE) respecto al uso de mecanismos de monitoreo, evaluación, sanción y solución de controversias.

También sugiere que las autoridades estatales y municipales modifiquen o eliminen disposiciones que limitan el número y variedad de participantes en el llamado canal moderno del comercio al menudeo de alimentos y bebidas, y establezcan ventanillas únicas en estados y municipios para autorizar el establecimiento y operación de más tiendas de autoservicio.

El Ejecutivo Federal podría colaborar mediante el diseño de un programa de asistencia o de mejores prácticas, dice la Cofece.

Y plantea promover entre las pequeñas y medianas empresas el Código de Prácticas Comerciales Competitivas, y ampliarlo para prohibir que las cadenas cobren a sus proveedores por situaciones atribuibles a la tienda, como pérdidas de artículos después de la entrega y errores en los pronósticos de ventas.