1.- Los años 70 del siglo pasado fueron una época oscura –desde el punto de vista artístico– para el cine mexicano. De hecho, desde los cineastas más conservadores hasta los más vanguardistas, suelen mirar aquellos tiempos por encima del hombro. Como si la mayor parte de las películas hechas entonces fueran dignas de destrucción y olvido. Es exactamente en aquellos momentos en que nació el despreciado, económico, alburero, erótico, popular, sencillo y muy mexicano género conocido como el Cine de Ficheras.

2.- Mientras que los años 40 y parte de los 50 del siglo XX son considerados como la Época de Oro, y los años 90 el tiempo del surgimiento del Nuevo Cine Mexicano, el subestimado Cine de Ficheras tiene como antecedente el Cine de Rumberas que surgió paralelo a la Época de Oro pero que terminó de consolidarse en la década de los cincuenta. Las rumberas eran bailarinas de ritmos afroantillanos mientras que las ficheras eran mujeres que obtenían una ficha, canjeable por dinero, por cada bebida que consumía el cliente. Ambas trabajaban en cabarets.

3.- La sociedad siempre ha tendido a considerar tanto a rumberas como a ficheras como prostitutas. De hecho, ya para los años 80, ser fichera se consideraba la degradación más profunda a la que cualquier mujer podría descender. En aquellos años en el que el machismo imperaba, fuerte, sano y autoritario, las ficheras eran usadas como instrumentos de placer para luego ser despreciadas y arrojadas al bote de la basura del olvido. Se convertían en parias sociales. Marginadas de por vida.

4.- Sin embargo, el Cine de Ficheras tenía un par de ventajas enormes que los más mojigatos eligen no ver. En primer lugar, miles y miles de personas de escasos recursos acudían en masa a ver esas cintas que los hacían olvidar, aunque fuera por una hora y media, sus miserias cotidianas. En segundo lugar, como me lo confirmó en una entrevista Rafael Inclán, ese tipo de películas generaba, obviamente, ganancias económicas enormes para todos los involucrados en su producción.

5.- “Las películas de ficheras habrán tenido muchas áreas de oportunidad en cuanto a producción se refiere, sin embargo todos ganábamos mucho dinero. Ahora hacen películas preciosas que sólo generan premios...y deudas” me dijo Inclán con una claridad impresionante. El Cine de Ficheras desapareció principalmente porque los cabarets dejaron de existir, para dar paso a los Table Dance. Más adelante nació el internet y toda estimulación erótica fue mucho más fácil de encontrar y consumir.

6.- He repasado la historia de las ficheras porque hace un par de días falleció uno de sus máximos exponentes: Alfonso Zayas. El actor, quien perdió la vida por complicaciones de salud a los 80 años de edad, encarnó en montones de cintas al mexicano de orígenes humildes y poca educación que termina deslizándose entre las sábanas de mujeres voluptuosas y mucho más atractivas que el promedio. La mayoría podía identificarse con Zayas y les daba la esperanza de que, algún día, ellos también alcanzarían la suerte y destino de ese personaje.

7.- El mismo Alfonso Zayas, su primo Rafael Inclán, Luis de Alba, Polo Polo, Manuel “El Flaco” Ibáñez, así como los desaparecidos Joaquín García “El Borolas”, Pedro Weber “Chatanuga”, Polo Ortín y Alberto “El Caballo” Rojas, son algunos de los máximos exponentes del Cine de Ficheras. Ninguno fue galán o ganador de premios de prestigio por su actuación, pero todos ellos fueron grandes figuras aspiracionales para un gran sector de la población. Celebridades que definieron completa una época del cine nacional.