Las favoritas de Peña Nieto, 10 empresas se llevaron miles de millones en contratos sin licitación

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Las favoritas de Peña Nieto, 10 empresas se llevaron miles de millones en contratos sin licitación

Foto: Sinembargo
Amigos cercanos del Presidente, herederos de centenarios negocios o personajes fantasmagóricos, algunos empresarios mexicanos se cubrieron con el gran manto de la Adjudicación Directa, uno de los signos del sexenio de Enrique Peña Nieto. Una muestra de diez casos, localizada en la profundidad del mar de los millones de ventas del Gobierno, da fe de esa danza de contratos y dinero sin que medie la competencia

Por Linaloe R. Flores para SinEmbargo

Ciudad de México.– Hubo un tiempo, en México, en que la designación del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República corría a cargo del propio Presidente de la República. Luego, el aspirante ganaba la elección de manera abrumadora. A esa práctica se le llamó “dedazo” porque bastaba que el Jefe del Ejecutivo federal señalara al elegido para sucederlo en el poder.

En el Gobierno de Enrique Peña Nieto esa usanza continuó con mucho éxito. Y no fue precisamente en lo político –el candidato José Antonio Meade Kuribreña perdió en las elecciones del pasado 1 de julio y llevó al partido a la tercera posición como fuerza política–, pero sí en las ventas del Gobierno. La administración que expira otorgó el 71 por ciento de los contratos mediante Adjudicación Directa, el procedimiento menos transparente de los tres que permite la Ley de Adquisiciones y Arrendamientos y Servicios del Sector Público (LAASSP) y que implica una asignación del Gobierno en automático, según el estudio “El Sistema Mexicano de Contrataciones Públicas” del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

¿Cómo eran esos empresarios beneficiados? Amigos cercanos, herederos en segunda o tercera generación o personajes misteriosos a quienes jamás se les vio la cara en los eventos protocolarios del Presidente, ni en ningún otro lugar. La Unidad de Datos de SinEmbargo tomó una muestra de diez casos que ejemplifican el beneficio de la Adjudicación Directa en el sexenio que está por concluir. Son historias de cómo, el Gobierno firmó contratos con compradores únicos por servicios necesarios como la organización de eventos como El Grito de Independencia o la visita del Papa, los abarrotes para Diconsa o los seguros de vida de los funcionarios.

Pequeños, medianos o grandes, incluso con malas notas de las calificadoras o serias crisis, el Gobierno les dio los contratos sin obligarlos a la menor competencia. En lo político, un signo de Enrique Peña Nieto fue la lealtad con viejos amigos a los que designó en puestos clave de la Administración, en lo empresarial también. Una consulta en el portal Compranet da cuenta que el número de contratos otorgados mediante Adjudicación Directa crecía conforme transcurría el Gobierno. Mientras que en 2012 -el año en que EPN se puso la banda presidencial- se otorgaron 94 mil 154 contratos, en 2014 esa cifra fue de 108 mil 503. En 2016, fue de 125 mil 162. En cuanto a los montos, de 101 millones de pesos en 2012 se pasó a 151 mil 346 millones en 2014, y a 138 mil 120 millones en 2016.

Con ello, el panorama cambió y los rostros de los ganadores fueron otros. Una de las conclusiones del estudio del IMCO fue que durante la Administración de Felipe Calderón, había cien empresas con el 43 por ciento adjudicado de manera directa y para 2016 –el tercer año de EPN–, sólo tenían 20 por ciento. En cambio, las empresas con más contratos de 2016 pasaron de tener el 16 por ciento del monto total en 2012 al 51 por ciento. Un incremento de 218 por ciento. Además, 73 entidades que no figuraban al concluir en 2012, tenían el 32 por ciento a la mitad del sexenio.

El panorama anterior no coincide con las tendencias internacionales que marcan que la Adjudicación Directa debe ser excepcional y no predominante. Para el índice del IMCO, el porcentaje que completó el Gobierno que concluirá el próximo 30 de noviembre es tan grande que entraña el terrible riesgo de la corrupción y abre las puertas para un nuevo marco jurídico en las ventas del Gobierno.

LAS EMPRESAS

1.- Pescados Industrializados (Pinsa)

Giro: Atún.

Empresario: Eduvigildo Carranza.

Foto: Especial

Contratos: 1,693.

Monto: 455 millones 522 mil 400 pesos con 42 centavos.

Relación con EPN: En tres ocasiones, el Presidente pasó sus vacaciones en el complejo turístico Estrella del Mar, propiedad del empresario. Ambos declararon ahí que son amigos y permitieron que se les retratara juntos. El resort se encuentra en la Isla de la Piedra en Mazatlán, Sinaloa; cuenta con un campo de golf profesional de 18 hoyos diseñado por Robert Trent Jones Jr. arquitecto reconocido en el mundo, 5.6 kilómetros de playa virgen, un spa, cancha de tenis y 68 habitaciones. Para jugar golf se les unió el Gobernador del estado, Quirino Ordaz.

En 2017, Eduvigildo Carranza recibió el Premio Nacional Agroalimentario. Se lo entregó el propio Presidente en la 33 Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario. Pinsa, con sus marcas Atún Dolores, Mazatún y El Dorado, genera más de cuatro mil empleos. Casi todo el atún que compró Diconsa, lo vendió esta empresa sinaloense que hace unas década era pequeña.

2.- Actidea

Giro:  Eventos.

Empresario: Eduardo Gama Pizarro.

Foto: Especial

Contratos: 150.

Monto: 500 millones de pesos.

Relación con EPN: Jamás apareció en público ni hizo alarde del crecimiento exponencial de su empresa. No se tomó fotos al lado del Presidente, ni aceptó entrevistas en las que contara sobre su estrategia empresarial. ¿Alguna foto? No hay ninguna que ilustre su historia de éxito. Mientras mantenía este bajo perfil, su empresa se convirtió en la reina de los festejos y actos públicos del Gobierno federal. De hecho, en la dominante. Fue la que, por 30 millones de pesos, organizó la recepción del Papa Francisco a México en febrero de 2016. También estuvo a cargo de El Grito de Independencia de 2013 a 2015 en el Zócalo capitalino. Ese evento le dejó por tres años 55 millones 556 mil pesos.

No sólo recibió contratos del Gobierno para organizar eventos. También un perdón. Dejó de pagar 167 mil 958 pesos por una multa al Sistema de Administración Tributaria (SAT), entidad a la que también le organizó eventos a los que asistió el entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso.

3.- Grupo Herdez

Giro: Alimentos enlatados.

Empresarios: Enrique Hernández Pons y Héctor Hernández Pons.

Enrique Hernández Pons. Foto: Especial
Héctor Hernández Pons. Foto: Especial

Contratos: 2,090.

Monto: 208.4 millones de pesos.

Relación con EPN: En el preámbulo de las votaciones del pasado 1 de julio, Héctor Hernández Pons Torres le envió una carta a sus empleados en la que les pedía tomar las medidas necesarias para “amortiguar un posible deterioro a su patrimonio” ante el eventual triunfo de Andrés Manuel López Obrador, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Les dijo: “En estos 104 años que tiene Grupo Herdez de existir, hemos pasado por muchas situaciones adversas y de alguna u otra forma hemos salido adelante, aunque no sin sufrir daño económico que nos limitara la posibilidad de crecer y generar más bienestar”.

Herdez es la líder en México del sector de alimentos procesados y tiene un siglo de operaciones. Empresa familiar, su dirección y gestión ha pasado de generación en generación. La de Héctor Hernández Pons Torres es la tercera. Ha promovido de manera pública su respaldo a los Gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional, pero no se llevó mal con los dos que surgieron del Partido Acción Nacional.

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