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Las FARC pedirán perdón a las familias de diputados que mataron en 2002
BOGOTÁ.- Como parte de la pacificación de la guerrilla de las FARC, los rebeldes reconocerán y pedirán perdón a las familias de doce diputados colombianos por haberlos secuestrado en 2002, y por asesinar en cautiverio a once de ellos años después.
En un evento sobrio y lejos de los medios de comunicación, los parientes de los exasambleístas del departamento Valle del Cauca se verán cara a cara en la ciudad de Cali con los jefes guerrilleros Pastor Alape, Pablo Catatumbo y Edgar López, alias "Pacho Chino". A este último se le responsabiliza del plagio de los funcionarios.
Al reunirse en La Habana en septiembre con algunas de las familias, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia reconocieron su responsabilidad en el asesinato en junio de 2007 de los entonces diputados. Dijeron que no la iban a evadir y admitieron que ese fue "el episodio más vergonzoso".
Haciéndose pasar por miembros del ejército colombiano, los rebeldes ingresaron el 11 de abril de 2002 a las instalaciones de la Asamblea y capturaron a los 12 diputados, a los que luego subieron en un autobús para internarlos en la selva. Tras años de cautiverio, las FARC asesinaron a tiros a 11 de los funcionarios en medio de una extraña confrontación.
El único diputado que sobrevivió fue Sigifredo López por encontrarse, por esos días, apartado de sus compañeros y en custodia de otro comando de las FARC.
LIBERACIÓN
López fue liberado por la guerrilla en febrero de 2009, pero las autoridades lo detuvieron en mayo de 2012, señalado de haber participado en el plagio de sus colegas. Tras encontrársele libre de cualquier sospecha quedó en libertad meses después.
Este evento de contrición por parte de la guerrilla forma parte de los compromisos que integran el acuerdo de paz alcanzado con el gobierno colombiano y que el Congreso refrendó esta semana.
Las FARC ya han pedido perdón públicamente por las docenas de víctimas que dejó en 2002 un ataque con un cilindro bomba a una iglesia en el municipio de Bojayá, en el departamento de Chocó. También lo hicieron por haber matado a 35 personas en 1994 en una incursión a un barrio obrero llamado La Chinita en el suroeste colombiano.