Las estrategias 1
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Las estrategias 1
Las ciudades más hermosas y competitivas del mundo comparten al menos dos características: Son una delicia para el peatón y la mayoría no usa auto particular.
La construcción de capacidades competitivas en las economías locales contemporáneas es una faena compleja. Entre los múltiples factores que sobre la misma influyen se destacan; las competencias productivas de los actores económicos; las condiciones de la infraestructura urbana e industrial de las ciudades; la calidad, condiciones de acceso y costo de la logística de comunicaciones y transportes; así como la evolución del entorno macroeconómico nacional e internacional.
En este escenario, las innovaciones productivas son la clave del crecimiento. Éstas se definen como la capacidad de creación, difusión y aplicación del conocimiento a las tareas económicas y surgen de las vinculaciones productivas, cada vez más numerosas y complejas, entre los individuos, las empresas, las instancias de gobierno y las instituciones generadoras de conocimiento.
Las articulaciones entre los actores económicos, que pueden ser simultáneamente locales, nacionales e internacionales, están cada vez más entrelazadas con las cadenas de valor generadas por los agrupamientos o clusters de actividad económica, ésta es la razón por la cual los clusters proporcionan la plataforma idónea para definir e impulsar la agenda de competitividad en ramos económicos específicos.
Se puede empezar por fortalecer la capacidad competitiva de los clusters con presencia relevante en las principales zonas metropolitanas de Coahuila. Para ello conviene facilitar la cooperación entre todos los actores cuya participación puede ser relevante en este esfuerzo (empresas, instituciones gubernamentales, así como aquéllas orientadas a la formación de recursos humanos, la generación y aplicación de conocimiento).
La idea básica es determinar acciones y proyectos que contribuyan a incrementar la capacidad competitiva de los agrupamientos, a través de la identificación y aprovechamiento de economías de transporte y de aglomeración. En la tarea deben movilizarse fondos públicos y privados, en un esquema de organización en el cual los propios interesados definan prioridades, aporten recursos y supervisen acciones. La figura legal de los contratos con validez jurídica, permite formalizar estructuras de funcionamiento, agendas, actores y compromisos específicos. Al igual que en las sociedades por acciones, los integrantes de los clusters deben tener un peso correspondiente a sus aportaciones de fondos en la toma de decisiones.
Los beneficios de esta plataforma para la construcción de capacidades sistémicas no deben limitarse a las actividades exportadoras o a aquéllas que resulten ser las más importantes en términos de generación de valor agregado. Deben también extenderse al resto de las actividades con presencia en la economía estatal, así como a aquéllas con posibilidades de realizarse en la economía local, ya sea con capitales e inversionistas locales, de otras partes del país o del extranjero.
Como lo sugiere la experiencia de las últimas cuatro décadas, las actividades exportadoras son insuficientes para sostener los niveles requeridos de crecimiento de la economía y del empleo. De igual forma, no solo los bienes exportables están sujetos a la competencia global, también lo están las actividades no comerciables, mismas que registran la concurrencia de bienes, servicios y capitales foráneos a través de esquemas como los de las franquicias.
La apertura comercial de México desplazó el centro de interés de las estrategias de desarrollo económico del abastecimiento del mercado interno al externo. El balance de lo logrado nos invita a transitar de políticas concentradas en el mercado externo hacia estrategias articuladas en torno al posicionamiento en los mercados en plural (domésticos y foráneos).
El otro gran apartado de la agenda competitiva no es específico a un ramo de los negocios en particular, sino que se relaciona con las condiciones generales que una región y sus ciudades deben de cubrir para sustentar eficientemente las actividades productivas.
Por lo anterior, se debe igualmente acelerar la cadencia en el esfuerzo por seguir modernizando la infraestructura de logística, telecomunicaciones y urbana. Ésta última representa un área de oportunidad insuficiente e inadecuadamente atendida en las décadas pasadas. Al estar relacionada con la calidad de vida de los residentes de la entidad, constituye una herramienta estratégica de competitividad en el mundo contemporáneo.
En palabras de Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá; “El factor tal vez más crítico de la competitividad en la sociedad postindustrial ya no es, como en la época agrícola, la tierra, ni como en la época industrial, el capital, sino la calidad de vida urbana. Lo que hace que haya desarrollo moderno es la gente capacitada y creativa… ¿Cómo hacemos para que prefiera vivir aquí? Ese es el factor crítico de la competitividad.”
Las ciudades más hermosas y competitivas del mundo comparten al menos dos características: Son una delicia para el peatón y la mayoría de quienes las habitan no se transportan en los centros urbanos en automóviles particulares. Retomaremos el tema en la próxima entrega.