"Un abrazo para el Cristo Redentor": la Iglesia católica brasileña lanza hoy una campaña de donaciones para la conservación de la icónica estatua de Jesucristo de Río de Janeiro, necesitada de reparaciones de emergencia y que no recibe apoyo financiero público, según la Arquidiócesis de Río.

El arzobispo de la metrópoli carioca, cardenal Orani João Tempesta, tenía previsto lanzar esta tarde (hora local) la campaña "Amigos del Cristo Redentor" a pie de la célebre estatua ubicada en la cima del cerro del Corcovado, convertida desde hace décadas en uno de los motivos postales más famosos del mundo.

El objetivo es "recaudar fondos para continuar e implementar las acciones necesarias para la conservación del monumento", señaló la Iglesia al anunciar la iniciativa hace unos días.

Según el texto, el Cristo Redentor tiene que pasar por "intervenciones de emergencia" en 2017 para evitar el "riesgo de daños irreparables".

La Arquidiócesis de Río subrayó que el mantenimiento de la estatua de concreto blanco y estilo art decó, de unos 30 metros de altura, corre sólo por su cuenta, ya que no recibe fondos de las entradas que las autoridades cobran a los visitantes del Parque Nacional de Tijuca, en el que se encuentra el Corcovado.

El estado de Río se encuentra al borde de la bancarrota debido a la dura crisis económica en Brasil.

En su web, la campaña pide "al pueblo brasileño que abra sus brazos para el Cristo Redentor y cuide de él", en alusión a la estatua que representa a Jesucristo con los brazos extendidos.

La estatua se terminó de construir en 1931 y es desde entonces un ícono de Río. El Cristo ha tenido que ser sometido varias veces reparaciones, por ejemplo después de que un rayo le partiera un dedo de la mano derecha durante una tormenta en 2014.