CDMX.- Mientras que el Gobierno federal ha decidido no realizar pruebas masivas para detectar COVID-19 entre la población, laboratorios y hospitales privados, que ofrecen realizar el examen con un costo de entre mil 300 y 10 mil pesos, registran saturación y listas de espera de hasta 72 horas para los pacientes.

Desde antes que se diagnosticara el primer caso de COVID-19 en el país, la Secretaría de Salud (Ssa) afirmó que no se harían pruebas masivas para diagnosticar la enfermedad, ahora, en la Fase 3, la lógica es la misma. 

Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indica que entre las naciones que la integran, México ocupa el último lugar por el número de pruebas que aplica para identificar el coronavirus que causa el COVID-19.

En México se realizan 0.4 pruebas por cada mil habitantes. Le siguen Japón con 1.8, y Grecia con 5.8, mientras que los países que más reactivos efectúan son Islandia con 134.9 seguido por Luxemburgo con 64.5 y Estonia con 36.9.

Según la Secretaría de Salud, hasta el 11 de mayo, 54 laboratorios privados cuentan con la certificación para realizar la prueba, aunque al menos tres no la hacen, solo analizan los resultados.